Cienfuegos revira a la CIDH

GUANAJUATO, Gto., 09 de octubre.-El secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda reviró en menos de 24 horas al secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza, quien el jueves preguntó si son los militares o el presidente de la república quien tiene la última palabra en el país.
    Al inaugurar este viernes la plaza cívica municipal que lleva el nombre del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanas, Cienfuegos sostuvo que las fuerzas armadas del país se mantendrán en la línea de acción marcada por su comandante supremo, el presidente Enrique Peña Nieto, “con absoluto respeto a la ley el irrestricto respeto a los derechos fundamentales”.
    Insistió en que esa “es la instrucción del presidente de la República y nuestro comandante supremo, para proyectar al país hacia el progreso y desarrollo, para que juntos todos, liberemos el verdadero potencial de México”.
    Álvarez Icaza había planteado el jueves en conferencia de prensa su preocupación ante lo declarado por Cienfuegos en una entrevista concedida a Televisa, en la que sostuvo que no permitiría que los militares fueran interrogados por los miembros del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa que desaparecieron hace más de un año en Iguala, Guerrero. “Yo no puedo permitir que a los soldados los traten como criminales o los quieran interrogar para posteriormente hacer sentir que tienen algo que ver”, dijo el titular de la Sedena a la televisora. Ante esa posición, Álvarez Icaza planteó la interrogante: “…entiendo que quienes mandan en México son las autoridades civiles. En su caso será el presidente de la República el que tendría que tomar la última decisión. De no ser el caso, que nos notifiquen que no son las autoridades civiles las que mandan y entenderíamos entonces que las palabras del secretario de la Defensa son las últimas”.
    El funcionario federal rechazó responder los cuestionamientos de los reporteros sobre los casos Ayotzinapa y Tlatlaya, que han puesto en la mira internacional el actuar de los militares.
    Incluso, personal militar cerró la salida de medios de comunicación de un templete cuando se realizaba el recorrido, para evitar que los periodistas se acercaran al secretario.