El Ciudadano.

Manuel Andrade Díaz arribó a su último año de gobierno empequeñecido por la sombra creciente de Andrés Granier Melo, quien ya se perfilaba como candidato del PRI a la gubernatura del estado.
    A su vez, “El Chelito” vivió sus últimos doce meses cargado de vituperios, acusaciones y un terrible desprestigio.
    Arturo Núñez Jiménez vive sus propios elementos y circunstancias. Iniciará el primero de enero de 2018 con el conteo de sus últimos 365 días de mandato.
    Antes de ello, presentó su quinto informe de gobierno enmarcado por el arribo de Darvin González Ballina a la dirigencia estatal de su partido, el cual fue tratado como un logro y no como un hecho desestabilizador, rumbo a las elecciones venideras.
    El informe fue evento protocolario arropado por dirigentes nacionales y estatales; previamente, desfogó la hoya de presión política al desmarcarse de cualquier aspirante que pudiera estar promoviéndose en las bases perredistas, como su delfín.
    En ese trance, también dejó bastante claro que no hay candidato, tampoco un puntero en las preferencias. Además, se erigió garante del respeto a los resultados de la futura gran encuesta.
    Este acto en sí le da un amplio margen de maniobra para los próximos seis meses entre los futuros candidatos perredistas, quienes eventualmente serán responsable de llevar las riendas del estado o representarlo ante la federación, vía las senadurías o diputaciones federales, en caso de que el PRD se alce con el triunfo en las elecciones de julio próximo. Ante ellos, su papel y roll están clarísimos.
    Entonces al ser un activo de suma trascendencia en el proceso interno para la elección de los candidatos, especialmente de quien será el ungido a la jefatura estatal, aunado a su estatus de gobernante en turno, hace casi imposible que sufra la curva descendente del poder.
    Antes, al contrario, es como si Núñez se hubiese administrado para llegar en plenitud de poderes a la recta final.
    Tendrá un partido a fin a su gobierno, un grueso mazo de cartas para su sucesión, aliados políticos nacionales, una sociedad serenada que no tuvo necesidad de desbordarse en las calles a pesar de la crisis financiera, económica e institucional que caracterizó a este país en los últimos años, un gobierno dedicado a la cimentación, en fin.
    El gobernador se muestra fuerte, falta nada más esperar los relevos en varias de dependencias cuyos titulares buscarán un cargo de representación popular y si estos darán el ancho. Así está la cosa pública estatal. ///
    Una vez más la mancuerna José Antonio de la Vega Asmitia-José Alfonso Mollinedo Zurita, ha surfeado las mareas opositoras en la LXII legislatura. Ahora al sacar a flote desde la Comisión de Hacienda y Finanzas de la LXII legislatura local, el proyecto de la APP con la que se podrá construir un nuevo centro administrativo de gobierno. El más ganón es el legislador jalapaneco, a quien difícilmente le quitarán la candidatura a la presidencia municipal. ///
    El ex secretario de fomento económico y turismo, David Gustavo Rodríguez Rosario ha sido marginado de la contienda por la candidatura gubernamental. Algunos lo ven, solo porque anda diciendo que aspira, no por su presencia entre el electorado. Su estrategia de posicionamiento ha sido muy fría, sin los tintes locales necesarios. Junto a él un par de cuadros valiosos podrían perderse, si no reorientan sus tácticas y se preparan para la suma. ///
    Se han encendido los focos rojos en el IEPCT. La desorganización y el atraso en los nombramientos de quienes serán los titulares de los consejos distritales y municipales es altamente preocupante, sobre todo por los antecedentes de la anulación de la elección en Centro y porque Maday Cerino sigue siendo la responsable casi plenipotenciaria de las decisiones que se toman ahí. El PREPET es otro tema caliente, como lo ha dicho el Consejero Juan Correa López. /// elciudadanorubendario@hotmail.com