• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 19 de Abril de 2024

El Ciudadano

1 de Julio. Mirando al revés


Rubén Darío Arias Torres



Para el 2006 ser el candidato oficial del PRI a la gubernatura del estado no era garantía de triunfo; de hecho, fue la postulación del popular Andrés Granier Melo el elemento que finalmente le permitió al tricolor derrotar al PRD nuevamente.
    En el 2012, tras la infame administración del “Chelito” la percepción de derrota del poderoso partidazo se apoderó de la opinión pública. “La fruta está madura” se decía. Y así fue, la candidatura no le fue suficiente a Jesús Alí de la Torre.
    En números redondos el partido amarillo alcanzó 425 mil votos, 25 mil más que el Revolucionario Institucional. La gran diferencia fueron los 112 mil proporcionados a la alianza por los ciudadanos andresmanuelistas y antipriistas sin partido, vía MC y PT.
    Nótese el empate técnico entre ambas fuerzas políticas en la lucha por la gubernatura, en ese momento en el cual MORENA no participaba formalmente.
    Al respecto hay otro dato interesante. A pesar del desprestigio provocado por Granier, de tener un candidato débil al gobierno del estado (Jesús Alí de la Torre) y de la lucha abierta e intestina entre este y el abanderado para el municipio de Centro (Luis Felipe Graham Zapata), de que los dineros destinados para la operatividad en el día “D” fueron desviados y de que AMLO estuvo en las boletas para Presidente de la República, el Revolucionario Institucional igualó los votos amarillos.
    En las elecciones para gobernador de este 2018, la izquierda viene fortalecida por los triunfos del pasado reciente, pero dividida en estructuras e intereses, navegando en un río de confusiones ciudadanas, falsas proyecciones electorales y escenarios montados en una nube gris de redes sociales.
    Aun lado de ella, no atrás, el tricolor se presenta con una candidata sin grandes problemas internos tras su postulación, con un abanderado a la alcaldía de Centro (Adrián Hernández Balboa) si no fuerte, sí arropado por priistas camajanes, agrupados y encabezados por Manuel Andrade Díaz, quien aspira junto a Benito Neme Sastre, Pilar Córdova Hernández y Lorena Beaurregard de los Santos, para ser un refuerzo en una de las fórmulas al Senado. Se presenta con una Georgina Trujillo Zentella ubicada en el tercer lugar de todas las encuestas, sin haber hecho campaña abierta y frontal, con alianzas nacionales poderosas y recursos financieros casi ilimitados.
    Una priista consentida por la cúpula de periodistas y empresarios de la comunicación nacidos, crecidos y empoderados por ese PRI de antaño reciente, quienes si no podrán impulsarla como lo anhelan en lo oscurito, por lo menos no se prestarán a la guerra sucia en su contra.
    Algo más, la posibilidad de que Humberto Mayans Canabal sea su coordinador de campaña, sigue cobrando fuerzas y genera miedo. Todo esto presume una candidatura priista al alza, mientras que en la izquierda casi todo está cantado y aquello en ciernes, no está generando expectativas.
    Así que proyectar la victoria electoral de alguno de los candidatos de la izquierda tabasqueña (PRD o MORENA) a partir del pasado reciente, es mirar al revés en el tiempo, como cuando solo bastaba que el Revolucionario Institucional definiera su candidato para saber quién sería el próximo gobernador.
    Grave error, porque si se suman los votos alcanzados por el PRD más los recogidos por MC y PT, resulta que la izquierda alcanzó en números redondos 535 mil, de los cuales 110 mil provienen de ciudadanos sin partido, contra los 400 mil del PRI.
    Ahora, si de esa bolsa de votos para gobernador MORENA y el PRD se llevarán cada cual lo suyo (AMLO absorberá la mayoría, pero para la Presidencia), en un 50/50; 60/40; 70/30, según lo considere el lector a raíz de su análisis y filiación política.
    Y entendiendo que la maquinaria del PRI fue capaz de mantener un voto duro competitivo en la pasada elección de gobernador, entonces no se puede mirar al revés en el tiempo y proyectar bajo una óptica errada. Simple y sencillamente, porque el 100% del voto efectivo en las urnas, se dividirá en tres. Por supuesto, hay variables benéficas y perjudiciales para uno y otro bando. La deserción de Evaristo Hernández Cruz y otros más, la presencia del voto emergente (jóvenes), el abstencionismo, el hecho de que el PRD es gobierno y no piñata, podrían jugar en contra de Gina.
    La inconformidad de los aspirantes, de los equipos y las estructuras de aquellos que no alcanzaron la candidatura a alguno de los cargos de representación popular que están en juego y muchos otros sobresaltos, van en contra del solazteca y MORENA., pero son temas que deben ser atendidos en otra entrega.
    El punto es que electoralmente hablando, no se puede ganar Tabasco pensando al revés. /// Los invito a buscar este artículo completo a partir de su publicación en este medio en mi en mi cuenta de Facebook.  elciudadanorubendario@hotmail.com