• La Verdad del Sureste |
  • Martes 16 de Abril de 2024

COJO. MANCO. INUTIL I


EMMANUEL RUIZ SUBIAUR


El Gregueriano: “El colmo de estos loros no sólo es que repiten sinsentidos y sonidos ilógicos, sino que ahora, quieren hablar por teléfono y conducir programas de radio y televisión como locutores.”
    Con motivo de 2 eventos acaecidos la semana pasada, en esta semana abordaré dos temas: la puesta en ley del llamado Sistema Anticorrupción y la orden de la Suprema Corte de someter a proceso a un ex Presidente Municipal.
    La semana pasada el Ejecutivo sacó su “Sistema Anticorrupción” -a su gusto pero a imagen y semejanza central-; había absoluta libertad configurativa pero, ya sea por miopía incapacidad, ya sea por cultura priista de sumisión, se copió el modelo federal, ¡que está destinado al fracaso!
    La pregunta es: ¿quién ordenó el diseño a modo y poco innovador del Sistema? ¿Está detrás una cultura de sumisión que viene del priato, o un deseo de congraciarse o ganar gracias de la federación? ¿O no se tiene la capacidad y la calidad para elaborar buenos proyectos legales? ¿Es una decisión “estratégica”? ¿Tanto pavor se le tiene a las Acciones de Inconstitucionalidad?   A la vez, la semana pasada la Suprema Corte ordenó castigar consignándole penalmente –o usando el “nuevo” argot, vinculándolo a proceso- a un ex Presidente Municipal al que el Congreso le aprobó sus cuentas públicas. Esta decisión de la SCJN es muestra de cómo, cuando hay voluntad y se cuenta con una cultura mínima de autonomía e independencia, un Poder puede someter e imponerse a otro.
La pregunta es: ¿Quién ordenó que se le aprobaran las cuentas públicas a Pedro Landero? Montados en el voluntarismo político, no se dan cuenta, parece, que el país y la nación, van por rumbos diferentes a sus deseos e intereses.
    En esa tesitura, conviene preguntarse: ¿Quién les ordenaba a los “flamantes diputados” de las legislaturas LX y LIX, levantar el dedo para aprobar las cuentas públicas de Granier Melo y –por decir 2 nombres solamente- de Jesús Alí o Evaristo Hernández? ¿Cuáles de esos diputados que subían a tribuna a defender a ultranza a Granier hoy ocupan cargos de relevancia en el gobierno nuñista en lugar de estar enjuiciados penalmente? ¿El ex Secretario de Gobierno, tiene alguna responsabilidad en esas “aprobaciones”?
    Aunque no todo está perdido en la iniciativa del “Sistema Anticorrupción”; al menos hubo congruencia –mediana congruencia- en dos temas.
    1) Los titulares de los órganos de Control Interno de los Organismos Autónomos serán designados por el Congreso –y no a modo y gusto del titular del órgano autónomo que ponía a sus “cuates” y testaferros para Contralor- (aunque no así al Secretario de Contraloría del Poder Ejecutivo).
    2) El otro tema a resaltar tiene que ver precisamente con lo ordenado por la Corte contra Pedro Landero: al Congreso se le quita la facultad de “aprobar” las cuentas públicas –aunque sólo sea la de los municipios-, que año con año era un juego de “catafíxias” de partidos: yo te doy los votos para aprobar la de uno de tus presidentes y tú me das los tuyos para aprobar la de uno de mis presidentes.
    No es problema para el Gobierno el que el tan toral principio de División de Poderes sea una ficción; aquí vale la frase: el Poder Legislativo: ni es Poder ni legisla. En el país el poder legislativo no es un Poder, ya que no lo ha asumido: se pliega dócilmente al ejecutivo. Hace lo que el Presidente de la República le ordena y pide. Es inocultable, además, que las leyes que se “aprueban”, se las manda el Ejecutivo y salen al gusto y antojo del Ejecutivo –aunque sean evidentes brutalidades-. El esquema se repite en todos las Entidades Federativas.
    Algunos opinan –¿exageran?- que parece preferible que desaparecieran las legislaturas -federal y estatales-: sólo son un aparato para “legitimar” los deseos -y frecuentes brutalidades- del Ejecutivo. Si todas las leyes vienen del centro –Los Pinos- y las repiten casi sin cambiarle una coma en los Estados, ningún caso tiene mantener una plantilla burocrática que eroga miles de millones de pesos y es nulo su servicio a la nación.
    Esta debilidad vergonzante de los gobiernos del país, también la padecieron por varias décadas en Francia e Italia; si usted lee a los grandes politólogos franceses como George Burdeu o Maurice Duverguer, encontrará que en sus obras analizan que antes del régimen que hace 40 años impera en Francia, el Poder Legislativo no hacía las leyes sino que el Ejecutivo se las mandaba en más de un 95% ya elaboradas y el Legislativo sólo “levantaba el dedo aprobatorio”. No sucede lo mismo en Inglaterra donde el Parlamento sí asumió el Poder desde 1215; me dirán, ¡pero ese es un régimen parlamentario, no presidencialista¡ Les concedo que es parlamentario; pero ¿sucede lo mismo en el régimen presidencialista de los Estados Unidos? No. Ahí el Poder del Congreso si es Poder (sino que le pregunten a Trump) y ¿el de la Corte?, también (sino que le pregunten a Richard Nixon).