• La Verdad del Sureste |
  • Miércoles 24 de Abril de 2024

Geopolítica planetaria y la Región


Víctor Manuel Barceló R.


2ª- parte


Ahora, ya no es a través de invasiones como mantiene el imperio el control de su “patio trasero”. También se usa el poder blando y económicamente ofensivo para presionar a los regímenes que buscar escapar de la férula imperial, en particular los progresistas.
    En las nuevas circunstancias -como veíamos- el gobierno estadounidense no puede dejar en paz a nuestros países. La geopolítica continental la requiere al lado de sus intereses, señalando rutas a seguir que hacen, por ejemplo, que su lacayo Almagro -que regentea la OEA- lleve al redil a la mayoría de gobiernos que la integran desde mediados del siglo pasado, en una escalada de protestas y posiciones intervencionistas respecto a Venezuela, una de las naciones mejor catalogadas como poseedoras de un Sistema electoral y formas de gobierno, más democráticos de la Región. La pretensión es poner en práctica la “Carta Democrática” –ya superada por el tiempo- y aplicar el artículo 21: cuando un país es suspendido, los demás y los mecanismos de integración regional son autorizados para que, de forma unilateral, tomen acciones contra el país afectado. Venezuela podría sufrir sanciones severas de carácter económico, político y diplomático, sobre todo en los órganos  de integración –los más avanzados de la Región- de que forma parte: Mercosur y Unasur.
    Sin duda entramos en una nueva fase de Realpolitik, bajo la batuta astuta e implacable del imperio al norte. La fuerte inmigración procedente de México, América Central y Caribe, invirtió la igualdad matemática que sostenía la hegemonía interna de los arios, los blancos, protestantes, rurales, adictos a las armas y a exterminar indios. Hoy la población “hispana” influye mucho, sus organizaciones se consolidan y pueden definir una elección presidencial.
    La inmigración “hispana” es un segmento de enorme influencia cultural y religiosa, misma que viene incorporando usos y costumbres de sus poblaciones originales, a las formas de vida de los E.U. Ya es la católica, la primera religión y sus valores están mucho más asidos al grueso de la población, por lo que se refiere a los problemas sociales, educativos, de inclusión y equidad, luchando organizadamente contra las desigualdades, que el neoliberalismo prohijó.
    Las poblaciones provenientes de la Región están más abiertas a la idea de un Estado participante, comprometido con el bienestar de los pueblos, capaz de enfrentar con políticas públicas a las injusticias sociales. De allí la repulsa a la migración, que bien incorporada en la búsqueda de estrategias para superar las presiones imperiales sobre nuestros pueblos, mediante su estudio sistemático y con sentido de integralidad con las comunidades y naciones de que provienen, serían un gran aliado interno para atemperar la política intervencionista de E.U. en el entorno caribeño-latinoamericano. Todos son signos de que el imperio está ingresando evolutivamente en una época inédita de su historia.
    La coyuntura actual de la Región y las rutas que están tomando las relaciones entre ella y los E.U. con la incorporación nuevamente de la tarea controladora de la OEA para aprovechar las desestabilizaciones logradas en algunos países, merecen un cuidadoso análisis de los caminos a seguir, tanto al interior de cada país, como de las formas para enfrentar las presiones que se viven hacia los países que “se han atrevido” a buscar una estrategia propia de crecimiento y desarrollo.
    El MERCOSUR, como modelo de integración regional líder, prestigioso, resiste contextos económicos negativos. Su empeño productivo no equilibra aún su dependencia del precio de las materias primas y del petróleo que exportan. Urge un incremento constante de su mercado interno, al que se descuidó en aras de resolver los ingentes problemas de la pobreza en amplias capas de su población.
    Nuevas situaciones desestabilizadoras se utilizan, aprovechando las condiciones internas, al menos en tres países creadores del MERCOSUR: Argentina, Brasil y Venezuela, incluso enfrentando a los gobiernos surgidos de una elección amañada en Argentina y un golpe blando contra el gobierno brasileño -que “colocó” al frente a personeros acusados de corrupción- con el gobierno venezolano. Este último mantiene las políticas llevadas adelante desde hace quinquenios, con resultados positivos en el bienestar de la población, pero requiere de mayor tiempo, tanto para corregir errores en el proceso, como para consolidar una ruta que pretende conformar países más libres, soberanos, con participación social amplia en el gobierno. (Continuará)
    v_barcelo@hotmail.com