• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 29 de Marzo de 2024

La importancia de la formación política

Los partidos como escuela de participación ciudadana; morena, un ejemplo reciente; un año de esfuerzos


JOSE A. VAZQUEZ


De 1988 al 2018 habremos recorrido 30 años y experimentado una mayor ciudadanización de la política, al integrarse mexicanos sin experiencia de partidos a nuevas organizaciones que se fueron creando coyunturalmente al fragor de las competencias electorales; incluso, conocimos a organizaciones que así como nacieron, igual murieron en una o no más de dos elecciones constitucionales.
    Cito como ejemplo al Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN), que nació en 1987 (a partir del llamado Partido Socialista de los Trabajadores) y concluyó en 1997; Alianza Social y de la Sociedad Nacionalista, que nacieron en 1988 y desaparecieron en 2003; Convergencia que fue creado en 1999, pero que en 2011 se transforma a Movimiento Ciudadano; o el mismo Partido de la Revolución Democrática (PRD), que es creado en 1989, y que en junio del 2014, dio lugar al nacimiento de Morena.
    Movilidad política partidista que obviamente desdibujó la ideología y la visión política de la militancia, e incluso, confrontó programas de acción y estatutos partidistas. Y colateralmente diluyó el ejercicio de formación que se enseña en las Escuelas de Cuadros de las organizaciones políticas tradicionales.
    Aunque para ser sinceros, e independientemente de los factores de movilidad en la que se ven inmersos electoralmente los partidos, es necesario que no omitan la exigencia de educar a sus militantes de acuerdo a la visión y las responsabilidades que los sustentan como entidades públicas. Porque renunciar a esta importantísima responsabilidad cívica, implicaría buscar el poder político sin la intención de conseguirlo, o bien de alcanzarlo y ejercer la autoridad de manera irresponsable.
    Sobran ejemplos de gobernadores en estos momentos presos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y señalados como corruptos e ineficiente del Partido Acción Nacional (PAN); así  como de otros partidos de izquierda, que bien purgan condenas, o son señalados de corrupción, ineficiencia, colusión y relación con el crimen, entre otros cargos que hacen dudar de su preparación política.
    Morena como el más joven de los partidos en el país, no registra Escuela de Cuadros, aunque en Tabasco, en un esfuerzo del presidente del Consejo Político Estatal, José Eduardo Beltrán Hernández, este 8 de octubre, cumplió un año la Escuela de Formación Política que dirige la maestra Ena Bolio. Esperemos que continúe trabajando en este loable esfuerzo de preparar a sus militantes en las artes de la política y del gobierno.
    Omitirlo sería un error grave del instituto político que es presentado a la sociedad como la esperanza de México…
    Un antecedente inmediato en este partido fue la instalación, el 13 de marzo del 2013, una capacitación regional inaugurada por Andrés Manuel López Obrador en Villahermosa como parte de una “Escuela de Cuadros”. Posteriormente un grupo de jóvenes encabezados por Ciprián Cupil abrieron temporalmente un centro de capacitación con el nombre del activista “Alberto Pérez Mendoza”, personaje cercano a AMLO ya fallecido.

CAMBIOS EN MORENA Y PRD
El presidente del PRD, Candelario Pérez Alvarado, reconoció que la resolución de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que solicitó renovar dirigencia nacional que encabeza Alejandra Barrales, aplica a las dirigencias estatales y municipales de todo el país, incluido Tabasco, cuyo periodo terminó estatutariamente el 4 de octubre pasado.
    Lo mismo ocurre con el dirigente de Morena, Adán Augusto López Hernández, quien el próximo mes de noviembre renunciará a la dirigencia para registrarse como aspirante a la candidatura de la gubernatura e iniciar sus actividades proselitistas de precampaña.
    Mientas, en sesión celebrada el sábado 14 de octubre, el Consejo Político Estatal del PRD, aprobó una política de alianza que permitiría ir en candidatura común o coalición con todos los institutos políticos, incluyendo a Morena, pero no con el PRI. Aunque podría salir sobrando el llamado a Morena, por el grado de confrontación de sus dirigentes, un intento no está por demás.