PASIÓN Y MAFIA DEL REY DEL DEPORTE

Lo sabe todo el mundo, El fútbol es, fue y será una mafia, aparte de ser, con diferencia, el deporte más popular en el orbe, No por eso dejará de ser la máxima pasión mundial para algunos. Así como los niños en esta época del año empiezan con la ilusión de la navidad, a cuestionar las existencias de Santa Claus de los reyes magos, siempre existirá algo que le siembre la duda pero, al final eligen seguir creyendo en ellos, lo mismo pasó con los millones de aficionados del futbol en donde encontramos una distracción de la situación que estamos pasando en la vida diaria; es una manera de refugio en donde elegimos taparnos los oídos y cerrar los ojos a la realidad.
    Los que seguimos equipos cual devoción, esperando que empiece una nueva temporada en la que deseamos que el equipo del que somos aficionados, llegue a una final; aun sabiendo que también allí existe la corrupción, nos vuelve esa ilusión que nos ofrece un entretenido partido de fútbol.
    Después de verlo como un deporte, es una economía que mueve grandes sumas de dinero, donde se hacen transacciones millonarias por sus jugadores, por sus marcas, sus eventos. Lo que son aficionados a este deporte tienen una pasión desbordada, que a veces no nos damos cuenta de que detrás de esos 90 minutos en un campo con 11 jugadores de extremo a extremo hay un gran negocio que solo enriquece a unos cuantos.
    La corrupción también viene de algunos jugadores, como es el caso de los jugadores del Barcelona, que se han sabido públicamente como Neymar, Según la versión oficial inicial, el Barcelona pagó 57,1 millones de Euros por el brasileño. Pero resultó que el coste total fue alrededor de 95 millones. La diferencia, como ya es de conocimiento público, se repartió entre el propio jugador, su familia e intermediarios; también hubo acusaciones de impagos de impuestos, como en el caso de la gran figura del Barcelona, el argentino Lionel Messi, cuyo padre montó sociedades falsas en paraísos fiscales con la ayuda de abogados expertos en el tema.
    Pero puede más la pasión por este deporte ya que es uno de las más  practicados, ya sea de manera profesional, semi-profesional o amateur, considerando a hombres, mujeres, jóvenes y niños, no importa el sexo, la clase social, ni la edad, para disfrutarlo; también hay que mencionar a los cientos de millones de personas que no juegan el futbol, pero que lo siguen por la televisión o desde los estadios. 
    Hay que ver que muchos jugadores nacieron en  humildes hogares, otros pertenecen a clases medias; a veces de lugares que algunos desconocemos, y que hoy ganan exorbitantes sueldos, tienen mansiones, tienen autos de lujos, pero mientras tanto sus países llenos de miseria, hambre, injusticia social, les admiran: el futbol le ha permitido a algunos alcanzar el éxito, y es un orgullo ver a alguien de tu lugar de origen sobresalir en este deporte. No digo que tengan culpa alguna, pero si la de un emporio que hizo de un deporte, un negocio multimillonario, dónde se lucra de la ingenua pasión de multitudes.
    Si hablamos de la pasión por el futbol está en todo el mundo, es sin duda un gran espectáculo, un fenómeno de masas que despierta pasiones, estados anímicos y rivalidades; hoy en día el futbol da algunas oportunidades cuando se tiene talento aunque a veces intervienen otros medios.
    El fútbol es visto también como una forma de progreso económico ya que se ve en las grandes ligas de este deporte un buen movimiento monetario de el cual los jugadores son participes, se resalta el costoso intercambio de los jugadores entre los diferentes clubes de este deporte.
    Un gran ejemplo de los negocios del futbol son los campeonatos mundiales que cada cuatro años se celebran y que muchos lo esperan con ansias, en donde en esas fechas vemos publicidades por muchos lugares, publicidad que no sólo vende futbol, dirían “el futbol nos une”, pues bebemos, comemos, hacemos comentarios, y en ese momento lo demás pasa desapercibido.
    El mundial es un espacio –tiempo en el que se miran los países no por sus guerras, diferencias, su política sino que se reconoce por su futbol, su gente, lo que importa es que allí, acompañando al equipo de alma -no importan las deudas que vendrán después, las cosas que se dejaron-; la pasión es así no piensa solo siente.