Senadores priístas abandonan sesión para evitar discutir mansión de Peña

México, DF., 25 nov 2014.- Los senadores del PRI abandonaron la sesión en la que se discutían las peticiones del PRD y PT para que esa cámara del Congreso demande la aclaración puntual sobre la llamada “Casa Blanca”, propiedad de la esposa del presidente Enrique Peña Nieto.
    Los priístas trataron que el tema no se discutiera, convencieron al PAN de que pospusiera ese punto para el jueves y al no conseguir que perredistas y petistas hicieran lo mismo, salieron del salón de sesiones, encabezados por su coordinador Emilio Gamboa Patrón, para no escuchar a Layda Sansores, del PT, quien incluso pidió la renuncia de Peña Nieto y lo llamó ante el pleno “cobarde” por haber dejado que fuera su esposa, Angélica Rivera, la que dio la cara ante el escándalo de la mansión de Cerro Gordo. La mandó, dijo, “a la jaula de los leones”.
    Previo a ello, a nombre del PRD, Dolores Padierna dijo que desde la época de José López Portillo no se había visto un escándalo de corrupción y tráfico de influencias como éste, que involucra al propio Presidente de la República, su esposa, uno de los empresarios consentidos del Ejecutivo, desde que era gobernador del estado de México.
    Padierna demandó que se pida a Peña Nieto una nueva declaración detallada de bienes, que incluya los de su esposa. Asimismo, que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) lleve a cabo una investigación sobre los contratos otorgados al Grupo Higa, propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú.
    Además, que el Senado solicite también que el gobierno del Estado de México entregue los contratos que ha firmado con Televisa entre 2003 y 2014.
    Desde su escaño, la senadora del PAN Laura Angélica Rojas sostuvo que el PAN presentará sus propias propuestas el jueves próximo y pidió a los priístas no rehuir el tema.
    Los senadores del PRI regresaron al salón de sesiones cuando se confirmaba el quórum. Luego en conferencia, las senadoras Ana Lilia Herrrera y Blanca Alcalá defendieron al Ejecutivo federal y su esposa. Consideraron una “falta de respeto” el lenguaje de Sansores