TIZON PETROLERO

La trayectoria del “guía moral” de la sección 26 del S.T.P.R.M. Carlos Jiménez Hernández, quien controla esa fracción sindical, aun estando como secretario general Manuel Moreno Mendoza ha sido “ventaneada” por propios y extraños. Y es que al terminar su periodo como secretario general-actualmente es Secretario del Interior- pretendió imponer a su cuñado Ángel León como su sustituto, pero en plena asamblea lo borro como candidato y anoto a Manuel Moreno, para de ahí imponer a este ultimo frente a los azorados ojos de los sindicalizados que asistieron, algunos de planta y la mayoría transitorios, asi como petroleros de otras secciones.
    Ahí, Carlos Jiménez Hernández empezó a mostrar su verdadera cara, para posteriormente jubilar y despedir de sus trabajos a los integrantes de la Planilla Azul, que lidereo su contrincante Rubén Cirilo Pancardo,”el Chato”, olvidando que la elección era un acto fundamentalmente político, y que lo político es, en cualquier instancia, dialogo y conciliación entre opuestos que puede converger en asuntos básicos en beneficio de las mayorías.
    Pero como a Carlos Jiménez le convenía tener al sindicalizado arrodillado, temblando de terror, iniciaron las represalias contra los simpatizantes de Rubén Cirilo Pancardo, que paso a terrorismo sindical, lo que origino que la imposición de Manuel Moreno fuese impugnaba por Pancardo. A quien la Suprema Corte de Justicia de la Nación le da la razón al considerar, los Magistrados que Carlos Jiménez había violado los estatutos y los derechos humanos de todos los petroleros sindicalizados de la sección 26.Llamo la atención que unos cuantos Magistrados se hayan dado cuenta que en esa elección se violaron Leyes, Estatutos y la dignidad y derechos humanos de los trabajadores-
    Hasta ese momento los asistentes a la imposición aquel 13 de octubre del 2015 no lo habían notado, acostumbrados a que les dieran atole con el dedo, prestamos que al final tienen que pagar con intereses y sin que gestionaran conquistas sindicales nuevas, convirtiendo a Carlos Jiménez y Manuel Moreno en líderes de pacotilla. Pero lo que quedo en claro es que Carlos Jiménez, el poder tras el trono no mostro a un político que escuchara al trabajador, ni rectifico sobre la marcha, después de haber actuado como un dictador y titiritero. Al contrario, ejerció represalias contra los trabajadores que confiaron en sus estatutos, en la democracia, que confiaron en dejarles a sus hijos un sindicato limpio de dictadores y caciques. Llama la atención, de que es probable que muchos actos que firmo Manuel Moreno Mendoza sean nulificados al haber sido impugnada su permanencia. Y vendrán las auditorias, que es el temor que tiene Carlos Jiménez, pues más de dos mil millones de pesos están en el aire. Y es lo que obtuvo Carlos Jiménez como renta del transporte de personal y cuotas sindicales durante los seis años que permaneció como secretario general de la sección 26, y el tiempo en que ha estado Manuel Moreno. Una verdadera fortuna.