• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 25 de Abril de 2024

Urdimbres y texturas

DESCOMPOSICION DE LA VIDA COTIDIANA


Teresita Bautista Valles.


  • ”No se puede resolver la situación de una persona que está en la calle sin resolver antes las razones por las que está en la calle, especialmente la adicción y los problemas mentales”. Joey Weinert , coordinador de un albergue en E.U. 

Tres son las ideas que se enlazan al pensar en Estados Unidos: riqueza, sueño americano, estabilidad, la realidad se asume de otra manera. La costa oeste de Estados Unidos está empobreciéndose a un ritmo muy acelerado y mucho tienen que ver las políticas fiscales de Donald Trump. Además de la crisis de vivienda, cuyo costo se hace impagable para la clase media, y el aumento en el consumo de drogas.
    Si se pensaba que en un país rico como Norteamérica, la pobreza no se asoma, es una idea, errónea, En Estados Unidos hay 553.000 personas sin hogar según el último censo del Departamento de Vivienda, publicado a principios de diciembre. Es el 0,17% de la población, un porcentaje superior a México (0,04%), pero inferior a Canadá (0,44%), Reino Unido (0,25%) o Suecia (0,36%), según las últimas cifras recopiladas por la OCDE. Uno de cada cinco vive en Nueva York o en Los Ángeles.(Elpaís2018)
    Las cifras han aumentado en toda la Costa Oeste. De las siete zonas urbanas con más personas sin techo, cinco están en el Pacífico (Los Ángeles, Seattle, San Diego, San José y San Francisco). Y  todo gira alrededor de si se puede pagar casa o no, si se tiene un empleo, o no, o si la vida cotidiana es tan pesada, que sobrellevarla no se hace posible. O se hace posible por el aumento en el consumo de drogas. Estas personas que no tienen dónde vivir, también son personas en situación de calle por diversas circunstancias. Muchas veces es por una complicada relación familiar, o por la ausencia total de una vida sana en el interior de la familia.
    Joey Weinert, coordinador de un albergue en los Angeles, no se equivoca en decir, que las  políticas de apoyo a esas personas sin techo no pueden avanzar, mientras sus verdaderos problemas que los pusieron en la calle no sean resueltos.
    Da testimonio de la reciente solución que puso el alcalde de Los Angeles, crear casas para los sin techo, el problema es que se vuelven sitios de distribución de crack, heroína, y en general, lo que se sume. No se ataca el verdadero problema, pues las políticas no están orientadas a resolver la pobreza, y la debilidad de las personas. Si el problema crece, los contribuyentes pagan en cifras y porcentajes fiscales, las futuras estrategias al combate de la mendicidad, y la pobreza.
    En México, ese tipo de medidas no se han ponderado, creo. En el papel se ven muy atractivas las estrategias  sobre la resolución de la situación de la pobreza urbana, pero en concreto, la mendicidad, y la situación de calle no se resuelve, precisamente porque su origen inicia en el seno familiar.
    De qué tamaño puede ser el problema de la  pobreza, que Naciones Unidas, en particular, su relator especial para la extrema pobreza Phillip Alston, al realizar un recorrido por los Ángeles, California, y Alabama, concluyó : “El sueño americano se está convirtiendo rápidamente en el espejismo americano”. Precisamente porque existen 40 millones de norteamericanos que  viven en pobreza, de ellos 18,5 millones en extrema pobreza.  Aquí el asunto es comprender cuáles son los mecanismos, y aunque suene banal, no sólo se trata de no tener empleo por una incapacidad física, mental, o porque simplemente los tiempos hacen a las personas incapaces de adaptarse a los cambios en la vida económica y social de un país. Tiene que ver también con el centro mismo de las personas, quienes son y qué quieren, qué valores ponderan en su vida diaria, y cuáles ejercen. 
    La pobreza en México, toma otros matices, pero, también tiene que ver en cómo se asumen los problemas al interior de la familia y ésta en la comunidad. El deterioro de la vida cotidiana inicia cuando mi vecino se vuelve mi enemigo, por las causas más insípidas y tontas, pero pudiera tener la raíz del miedo, de la imposición y el abuso, tan de moda en los estratos sociales superiores, como reza el dicho en alguna cultura de por aquí cerca: “ a como es arriba, es abajo”.