• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 19 de Abril de 2024

Voces



Al Lic. Arturo Núñez Jiménez,
Gobernador del estado de Tabasco
Al Lic. César Raúl Ojeda Zubieta,
Secretario de Gobierno en Tabasco
A la opinión pública de Tabasco:

Violación a la Constitución y peligro de represión en contra de antorchistas en Tacotalpa

Efraín Narváez Hernández, presidente municipal en funciones en el municipio de Tacotalpa, Tabasco, se niega a atender las solicitudes que los habitantes de 18 comunidades de la Sierra Chool del municipio que gobierna y les amenaza con segregarlos de cualquier acción del municipio, de negarles en redondo, sin ofrecer ninguna otra alternativa, cualquier apoyo de su administración y de sufrir las consecuencias de su “atrevimiento” si insisten en presentarle solicitudes.
    Los hechos sucedieron después de que los líderes de 18 comunidades indígenas le presentaron por escrito, el pasado 10 de febrero, un pliego petitorio en el que resumían las solicitudes que esas comunidades le presentaban a la autoridad municipal que en su persona se representa, y que son un reflejo pálido de las enormes necesidades de esas localidades históricamente marginadas y olvidadas por las administraciones municipales anteriores, entre las solicitudes se incluyen obras públicas de servicios básicos, tales como agua potable para cuatro comunidades, drenaje para dos comunidades, pavimentación de dos caminos así como los andadores, escalinatas y calles de diversas comunidades, la dotación de terrenos para escuelas de educación media básica, programas sociales tales como láminas, despensas, apoyos a productores agrícolas, etc. Es de destacar la solicitud para que el personal del Ayuntamiento elabore proyectos agropecuarios para presentarlos a dependencias federales (es decir, no se le solicitan recursos, sino solamente la elaboración de los proyectos) y sobre todo la elaboración de proyectos de obras de infraestructura para lograr aterrizar recursos directamente del gobierno federal, que ascienden a más de tres millones de pesos, recursos que su administración no ha gestionado, pero que nuestra organización ya consiguió (además de los que Efraín Narváez Hernández pueda gestionar para el municipio) y que su administración manejaría para bien de los habitantes de las localidades beneficiadas; pero ni siquiera esos recursos, ya asegurados para su administración, quiere permitir que lleguen al municipio, y se corre el peligro de que se pierdan.
    Después de cuatro pláticas con el responsable del Movimiento Antorchista en el municipio, Ing. Sebastián Nava Ramos, y de otras dos con los representantes de las localidades, no se llegaba a nada con los funcionarios menores. Finalmente el Primer edil accedió a recibir a las comisiones antorchistas. Después de dejarlos plantados sin explicación en una primera reunión, recibió a la comisión, compuesta de 34 representantes de las 18 comunidades, entre ellos varios Delegados y Jefes de Sector, encabezados por el Ing. Nava Ramos, el pasado martes 12 de abril, pero respondió a las peticiones diciendo que “no había dinero porque estaba pagando las deudas que le heredó la administración anterior” y se negaba en redondo a hacer nada de lo que se le estaba solicitando.
    Los representantes indígenas no renunciaron a la primera negativa, e insistieron respetuosamente que se revisara cada punto y se viera en cuáles sí pudiera hacer algo el Ayuntamiento. Los intentos por “dorarles la píldora” a los solicitantes para que renunciaran a sus peticiones no fueron muy perseverantes y el edil, molesto y en un arranque inexplicable de cólera y soberbia, espetó a sus interlocutores con voces altisonantes la insólita respuesta de que él no iba a trabajar con los antorchistas, que él sólo iba a entenderse con “los representantes oficiales” (¡se le olvidó o no le importó que entre sus interlocutores se encontrasen varios Delegado y Jefes de Sector!), y se negó en redondo, ya no digamos a solucionar, sino ni siquiera a seguir hablando del asunto.
    Pero los comisionados no se arredraron y le reclamaron su actitud, exigiéndole que se cumpliera con la ley, les atendiera como habitantes del municipio y sujetos de derechos, y se dispusiera a hacer su trabajo de velar por el desarrollo del municipio y de sus gobernados, pues para eso había sido electo Presidente municipal y a eso se había comprometido desde que aspiró a esa responsabilidad, además de que en su campaña prometió trabajar en general por el municipio y a resolver en concreto muchas de las demandas que hoy se le presentan en el pliego de peticiones. Pero Efraín Narváez Hernández, quien seguramente esperaba que los indígenas agacharan la cabeza y le obedecieran sumisos, se molestó aún más y amenazó a los indígenas con negarles todo apoyo si seguían “haciéndole caso a los antorchistas” y al Ing. Sebastián le advirtió que desistiera de sus intentos de representar a la gente del municipio, pues él “no aceptará ningún diálogo con gente que viene de fuera, que no es del municipio, ni con los que los que anden con él”. Ofendidos y humillados de este modo, los antorchistas decidieron retirarse en ese momento, pero nunca han pensado en dejar de gestionar y lograr que el municipio cumpla su labor, sino esperar a que el Edil se tranquilice y buscar nuevas formas para llegar a acuerdos con él.
    El carácter ilegal de la actitud de Efraín Narváez Hernández es inocultable, pues atenta contra las garantías individuales de todos los mexicanos consagradas en los artículos 1º, 2º, 5º, 6º, 8º, 9º, y 11º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que no solo es condenable en todos los sentidos para cualquier persona, sino en especial para los funcionarios públicos a quienes se les hace protestar “guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo que el pueblo les ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión”; y se añade que “si así no lo hiciere que la nación se lo demande”, por lo que también es punible para ellos. Efraín Narváez Hernández ha caído, pues, en serias violaciones a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, base de todo el sistema jurídico del país, cuyos preceptos no pueden contradecirse ni subordinarse a ninguna ley o reglamento locales, ni mucho menos al capricho veleidoso de ningún funcionario, por poderoso que se pretenda a sí mismo.
    Peor aún resultan las amenazas de excluir de todo apoyo y acción del ayuntamiento a quienes “le hagan caso a los antorchistas” y la amenaza directa a nuestro compañero, el Ing. Sebastián Nava Ramos, por cuya seguridad tememos de manera fundada después de ese día en que fue sujeto de amenazas por parte de Efraín Narváez Hernández, a quien responsabilizamos desde ahora de cualquier daño que pueda sufrir en su persona, cosas y familiares nuestro compañero Sebastián Nava Ramos, por el sólo hecho de no ser originario de Tacotalpa y de acercarse a las comunidades indígenas marginadas para organizarles y gestionar con la ley en la mano la mejora de sus localidades, y de sus seres queridos.
    Creemos que estamos a tiempo de evitar que las amenazas se cumplan y de reorientar este problema por sus cauces legales, para bien de todos nosotros y del país y exhortamos al Edil para que modifique su actitud y retome el camino del diálogo y la negociación. Pero también consideramos necesario pedir ya la intervención de las más altas autoridades del estado para que tomen cartas en el asunto y se evite que la ilegalidad e irracionalidad dominen en la vida política de ningún municipio por pequeño y aislado que parezca ni en ninguna parte y/o persona en nuestro país, por el bien de las instituciones y el de todo  el pueblo mexicano, en cuyas personas concretas existe la idea de Nación. El artículo 39º dice: “La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste”, y el único modo de que su contenido no quede en retórica hueca es que los pueblos se dispongan a hacer valer su soberanía por los medios que la ley le permite; que así sea.
Javier Martínez Jaramillo
Vocero estatal del Movimiento Antorchista de Tabasco