En un giro inesperado, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que se consolidó como la tercera fuerza política del país gracias a su alianza con Morena dentro de la Cuarta Transformación (4T), ahora amenaza con romper con el oficialismo.
Esta posible ruptura ha encendido el debate entre analistas y periodistas, quienes cuestionan la verdadera contribución del PVEM al movimiento y señalan su largo historial de oportunismo.
Durante 29 años, el PVEM ha demostrado ser un actor político estratégico, no por sus propuestas ambientales, sino por su habilidad para formar alianzas que le benefician.
Primero se unió al PAN, luego al PRI, y finalmente a Morena, logrando una representación política que nunca antes había alcanzado.
Periodistas como Ana Lilia Pérez, Alina Duarte, Perla Velázquez y Alejandro Páez coincidieron en que la alianza del PVEM con Morena es un reflejo de las contradicciones internas que la 4T debe resolver.
Alejandro Páez fue especialmente crítico, al calificar al PVEM como un aliado "corrupto, sin principios" y un socio históricamente poco confiable.
Subrayó que, a pesar de no tener un proyecto de nación, Morena lo "convirtió en la tercera fuerza electoral" a su propio riesgo.
Por su parte, Ana Lilia Pérez consideró que la dinámica con el PVEM es un ejemplo de las prácticas que Morena debe erradicar para no debilitar su movimiento.
A pesar de que la alianza con Morena les dio un impulso sin precedentes, el PVEM ha comenzado a mostrar signos de descontento.
El senador Luis Armando Melgar, por ejemplo, se refirió recientemente a algunos integrantes de Morena como “ratas”, lo que podría ser una señal de una inminente ruptura de cara a las elecciones de 2027.
Alina Duarte destacó que la alianza con el PVEM permitió a Morena aprobar reformas clave, como la del Poder Judicial.
Sin embargo, sugirió que en el futuro, el partido oficialista debe buscar una mayor coherencia con los principios que motivaron su ascenso y evitar depender de aliados tan incómodos.
Perla Velázquez añadió que el PVEM alcanzó su punto más alto de representación gracias a Morena, una posición que ahora pone en riesgo con sus recientes posturas.
Esta situación plantea una pregunta crucial: ¿Podrá Morena mantener sus principios de transformación sin el apoyo de sus aliados, o deberá ceder para conservar el poder?