El Primer Ministro Justin Trudeau y el líder de la oposición Pierre Poilievre emitieron declaraciones escritas en las que expresaban su objeción a la anexión canadiense. “No hay ni la más mínima posibilidad de que Canadá se convierta en parte de los Estados Unidos”, escribió Trudeau. “Canadá nunca será el estado número 51. Punto. Somos un país grande e independiente”, escribió Poilievre.
La mancha ha sido difícil de superar en medio de una crisis política inédita, pero Ottawa, donde se concentran los poderes federales, ha decidido dar un paso frente Trump y lavarse la cara. Después del humillante episodio de Trudeau en Mar-a-Lago, Canadá ahora endurece, y se prepara para responderle en términos comerciales y de relaciones internacionales a Estados Unidos.
En la portada del diario The Globe and Mail aparecen dos textos destacados este día. Uno primero habla de cómo las autoridades federales canadienses se preparan para gravar productos muy específicos de Estados Unidos. “Canadá está considerando imponer aranceles de represalia a una amplia gama de productos fabricados en Estados Unidos, incluido el jugo de naranja, cerámicas como inodoros y lavabos, y algunos productos de acero, como parte de una respuesta específica si Donald Trump procede con su amenaza de imponer un impuesto del 25 por ciento a todos los productos de Canadá”, dice el texto. Más sorprendente es otro texto que destaca cómo Canadá y China expresan públicamente su deseo de fortalecer los lazos comerciales.
EL ABRAZO A CHINA
Hace apenas unas semanas, Trudeau y otros altos funcionarios canadienses intentaron acusar a México de tener nexos fuertes con China, e incluso el Primer Ministro se lo expresó a la Presidenta Claudia Sheinbaum. Eso no importa. El giro de Ottawa es de 180 grados. “China dice que está dispuesta a profundizar las relaciones económicas con Canadá, ya que la relación comercial de este país con Estados Unidos atraviesa un momento difícil. La República Popular China es el segundo socio comercial más importante de Canadá después de Estados Unidos y, en 2017, Ottawa estuvo cerca de iniciar conversaciones con Pekín sobre un acuerdo comercial”, dice la portada de The Globe and Mail.
En 2019, China restringió las importaciones de varios productos canadienses, incluida la semilla de canola, en aparente represalia por el arresto por parte de Ottawa de un ejecutivo tecnológico chino, recuerda el diario. “El valor de las consecuencias económicas (miles de millones en ventas perdidas) palidece en comparación con la amenaza que el Presidente electo de Estados Unidos ha hecho a Canadá, prometiendo aranceles del 25 por ciento sobre todos los productos canadienses cuando asuma el cargo. Las exportaciones canadienses a Estados Unidos en 2023 superaron los 592 mil millones de dólares”.
Pero, reporta The Globe and Mail, la Embajada de China en Ottawa dijo en una declaración al periódico que está dispuesta a hablar sobre el aumento del comercio y los lazos. La misión diplomática respondió a una pregunta sobre si China estaría interesada en reanudar las conversaciones sobre un acuerdo comercial con Canadá dadas las amenazas comerciales de Estados Unidos. “China está dispuesta a trabajar con Canadá para crear un buen ambiente para la cooperación económica y comercial entre China y Canadá basada en los principios de entendimiento correcto, respeto mutuo, búsqueda de puntos en común reservando las diferencias, y beneficio mutuo y resultados de beneficio mutuo”, afirmó la misión diplomática.
“Esto está en línea con los intereses fundamentales de los dos países y sus pueblos. China siempre ha abogado por la liberalización y facilitación del comercio, y ha participado activamente en la cooperación regional y la integración económica de Asia y el Pacífico”, agregó. La Embajada dijo que correspondería a Ottawa sentar las bases para las conversaciones comerciales, reseña The Globe and Mail. “En cuanto a la negociación del Tratado de Libre Comercio entre China y Canadá que usted mencionó, se espera que la parte canadiense cree un buen ambiente para esto”, dijo la misión diplomática.
CANADIENSES CON ORGULLO
El diario National Post relata que los primeros ministros provinciales también han denunciado públicamente la absorción de su país por parte de Estados Unidos. Doug Ford, de Ontario, dijo a Fox News que es un “orgulloso canadiense” y que Canadá “no está en venta”.
“Este nivel de seriedad no ha sido correspondido entre los políticos estadounidenses”, se queja National Post.
“Las declaraciones públicas y los canales de redes sociales de los senadores republicanos han sido casi totalmente silenciosos sobre el tema. De manera similar, no ha surgido en absoluto en las audiencias del Congreso o del Senado.
Las relaciones entre Canadá y China llegaron a su punto más bajo en 2019, después de que Canadá arrestara a la ejecutiva de Huawei, Meng Wanzhou, a raíz de una solicitud de extradición de Estados Unidos en diciembre de 2018, y Pekín, en aparente represalia, encarcelara a dos canadienses. China dejó de comprar soja, canola y carne de cerdo canadienses, medidas que revirtió con el tiempo, pero no antes de que los productores de Canadá vieran miles de millones de dólares en ventas perdidas.