En su regreso triunfal a su tierra natal, la actual Miss Universo, Fátima Bosch Fernández, ofreció una rueda de prensa donde, más allá del brillo de la corona, mostró una postura firme respecto al papel de las figuras públicas en la actualidad.
Con un discurso centrado en la educación emocional y la responsabilidad social, la tabasqueña instó a la sociedad y a los medios a elevar el nivel del debate público.
Un llamado contra la cultura del morbo
Bosch Fernández fue clara al señalar que la atención que genera un certamen internacional debe ser utilizada como una herramienta de transformación y no como un espacio para la frivolidad.
La soberana lamentó que en muchas ocasiones el foco mediático se desvíe hacia temas irrelevantes, dejando de lado causas que impactan al mundo.
"El foco que existe se debe usar para hacer conciencia. Hay que educar a los jóvenes y a los niños, y promover que las cosas buenas y que realmente toquen fibras humanas vuelvan a ser las importantes y relevantes", subrayó.
El "evento canónico" y la fortaleza interior
Al hablar sobre los desafíos que ha enfrentado desde su coronación —en un contexto internacional complejo para la organización—, Fátima reveló una faceta vulnerable pero resiliente. Confesó que la plataforma de Miss Universo le ha servido para descubrir que es "más fuerte de lo que pensaba".
La visibilidad pública debe usarse para educar y generar conciencia, no para alimentar el morbo.
Atribuyó su estabilidad emocional a la lectura espiritual y de crecimiento personal que inició desde su adolescencia.
En un tono cercano, recomendó a la audiencia invertir tiempo en su salud mental para estar preparados ante los desafíos inesperados:
- Preparación emocional: Invitó a dedicar al menos dos años a la lectura formativa para enfrentar lo que llamó, con un toque de humor generacional, los "eventos canónicos" de la vida.
- Espacios seguros: Enfatizó que al dar educación emocional a las nuevas generaciones, estas se convierten automáticamente en agentes de cambio para sus comunidades.
Fe y autenticidad frente al "ruido externo"
Cuestionada sobre cómo mantiene la calma ante las críticas o el "ruido externo" —referencia implícita a las recientes polémicas legales que rodean al certamen—, Bosch Fernández fue enfática en sus pilares fundamentales: la familia, su fe en Dios y la fidelidad a sus valores.
"La mayor forma de poder es ser fiel a ti mismo y nunca olvidar tus principios éticos, aunque el mundo te pida que lo hagas", afirmó, reafirmando que su propósito como Miss Universo trasciende la belleza física para enfocarse en un impacto comunitario genuino.
#TomaNota
• Promover educación emocional desde edades tempranas fortalece a las comunidades.
• Prepararse emocionalmente ayuda a enfrentar crisis personales y sociales.
• La visibilidad pública puede usarse para impulsar causas con impacto real.
