
La Arquidiócesis Primada de México, a través de su semanario Desde la Fe, subrayó que la violencia en el país ha dejado profundas heridas sociales que deben ser reconocidas públicamente.
Según datos del Inegi, seis de cada diez personas se sienten inseguras y casi siete de cada diez mujeres temen ser víctimas de violencia. Estos índices reflejan comportamientos cotidianos afectados por el miedo: evitar portar objetos valiosos, menor movilidad infantil, y el rechazo a transitar de noche.
Dos cifras preocupantes destacan el deterioro del tejido social: casi la mitad de quienes tuvieron contacto con policías reportaron sobornos, extorsiones o amenazas, lo que revela desconfianza institucional; además, el 35.4?% de la población experimentó conflictos recientes con allegados o autoridades, lo que evidencia fracturas incluso en la convivencia cercana.
Monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para Relaciones con Estados del Vaticano, afirmó que “las heridas causadas por el crimen organizado, la corrupción y la desigualdad económica son reales. Pero también lo es la resiliencia del pueblo mexicano”, y reiteró la misión de la Iglesia de acompañar a la sociedad civil y al Estado “no para imponer, sino para servir”.
En ese sentido, la Arquidiócesis convocó a autoridades, iniciativa privada y ciudadanía a impulsar una “cultura del encuentro”: promover empatía, solidaridad y diálogo público como bases para reconstruir vínculos comunitarios dañados por la violencia.