Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela alcanzaron un nuevo punto crítico este miércoles, luego de que el Gobierno estadounidense confirmara la "incautación" de un buque petrolero sancionado frente a las costas venezolanas. El presidente de EE. UU., Donald Trump, elevó la apuesta al declarar que su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, tiene los días contados, reavivando el fantasma de una posible intervención militar.
El anuncio de la incautación fue hecho por el presidente Donald Trump durante una reunión con empresarios en la Casa Blanca. El mandatario calificó el evento como "un día interesante en cuanto a noticias" y destacó la magnitud de la acción.
"Acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela. Muy grande. De hecho, el más grande jamás incautado. Y están sucediendo otras cosas, eso lo verán más tarde," señaló Trump.
Más tarde, la Fiscal General Pam Bondi ofreció detalles sobre la ejecución de la orden, confirmando que se trató de una operación coordinada. Las dependencias federales que ejecutaron la incautación del buque, utilizado para transportar petróleo sancionado desde Venezuela e Irán, fueron:
- El Buró Federal de Investigaciones (FBI).
- La Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI).
- La Guardia Costera de Estados Unidos.
- Con el apoyo logístico del Departamento de Guerra.
Según Bondi, el petrolero había sido sancionado por su supuesta participación en una "red ilícita de transporte de petróleo que apoya a organizaciones terroristas extranjeras". La incautación, realizada de forma segura frente a las costas de Venezuela, forma parte de los esfuerzos de EE. UU. para prevenir el tráfico de petróleo sancionado.
En una escalada verbal directa, el presidente venezolano Nicolás Maduro respondió a la agresión pidiendo a los campesinos y pescadores del país prepararse para la confrontación.
Durante una manifestación convocada con motivo del 166º aniversario de la Batalla de Santa Inés, Maduro exigió el cese al "intervencionismo ilegal y brutal del gobierno de Estados Unidos en Venezuela y en América Latina."
"En estos tiempos hay que estar como 'guerreros', trabajando, produciendo, construyendo, con el país funcionando y preparados para partirles los dientes al imperio norteamericano, si hiciera falta," sentenció el mandatario.
“Acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela. Muy grande. El más grande jamás incautado”, dijo Trump.
Maduro y los críticos del intervencionismo estadounidense reiteran que las agresiones, que también incluyen los bombardeos contra embarcaciones en el Caribe, están motivadas por el deseo de la Casa Blanca de tomar control de las vastas reservas petroleras venezolanas, consideradas entre las más importantes del mundo.
La incautación ha generado preocupación en el sector energético. Según la agencia de noticias económicas Bloomberg, es probable que esta acción dificulte considerablemente la exportación de crudo venezolano, ya que otros transportistas podrían mostrarse más reacios a participar en el comercio de este hidrocarburo por temor a ser sancionados.
Venezuela, a pesar de las sanciones, ha logrado exportar más de 900 mil barriles diarios (bpd) de petróleo el mes pasado, un promedio elevado para el año, principalmente a China a través de intermediarios y a grandes descuentos.
Los mercados reaccionaron inmediatamente a la noticia. Los futuros del petróleo subieron tras la confirmación de la incautación:
- El crudo Brent alcanzó los $62.35 dólares por barril.
- Los futuros del West Texas Intermediate (WTI) cerraron con un alza a $58.46 dólares por barril, manteniendo una tendencia al alza.
La incautación del buque se suma a una serie de acciones y amenazas que han marcado la relación bilateral. El presidente Trump ya había afirmado que los días de Maduro están “contados” y se negó a descartar una posible intervención terrestre con tropas estadounidenses.
Desde agosto de 2025, el gobierno de EE. UU. ha mantenido una presencia militar sin precedentes en la región con la operación Lanza del Sur, supuestamente para combatir el narcotráfico y a "narcoterroristas". Esta operación ha sido altamente criticada por organismos internacionales, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Volker Türk, quien ha calificado los ataques, que han dejado más de 80 personas muertas, como ejecuciones extrajudiciales que "violan el derecho internacional de los derechos humanos".
A pesar de las tensiones, fuentes consultadas por The Washington Post indicaron que Trump y Maduro mantuvieron una conversación telefónica en noviembre que fue cordial, aunque el mandatario estadounidense manifestó su deseo de que Maduro renunciara al poder. En respuesta, Maduro aseguró a una multitud que "jamás" lo sacarán del poder y que el país cuenta con una "capacidad defensiva integral" inédita.
