Más de cincuenta comunidades de Centla están en el agua, en la zona de Quintín Arauz, Chichicastle, Las Tijeras Cañaveral Corcovados, Salsipuedes Ribera Alta primera, segunda y tercera, no se ha salvado ni una casa, los alrededor de 9 mil habitantes de esa área están viviendo, cada día, una situación más crítica y sin ningún tipo de ayuda.
Informó ayer, Luis Alberto Méndez May, integrante del Consejo de Comunidades Unidas de Centla (CCUC), luego del recorrido que junto con integrantes del Frente Sindical Campesino, Indígena, Popular y Social (FSCIPS) iniciaron el lunes por la zona devastada de ese municipio.
El objetivo, además de llevar un poco de ayuda, es ir levantando un diagnóstico de los daños que hasta este momento ha causado la inundación en comunidades indígenas de Centla.
Es verdaderamente lamentable la situación que están viviendo los pobladores de la zona de Quintín Arauz y comunidades aledañas, dijo, que de por si están abandonadas, marginadas desde siempre, en estos momentos ya ni siquiera pueden subsistir de sus actividades ancestrales como la pesca y los cultivos de temporal.
En esa zona no ha quedado a salvo ni una casa, todas están en el agua, con niveles de dos metros o más, hay casas desaparecidas y los que se han quedado ahí, los que tiene tablas de madera han construido tapancos, pero hay familias enteras con sus hijos que viven y duermen en cayucos, afirmó Méndez May.
El agua para beber y preparar alimentos, y por las mismas circunstancias que están viviendo, esas familias comienzan a padecer enfermedades respiratorias, de la piel y gastrointestinales, debido a que el agua de los ríos, que utilizan para su aseo personal y muy posiblemente para preparar alimentos o beber, está cada vez más contaminada y los garrafones cada vez más caros.
Reses, perros y gatos flotan muertos sobre el agua, mencionó; quienes tienen ganado lo están dejando morir, porque no tiene dinero para sacarlos del agua ni para comprarles pastura.
A más de un mes que la inundación llegó a ese municipio, denunció, los habitantes no han recibido ningún tipo de ayuda, apenas el lunes que llegábamos a Quintín Arauz, elementos de la Armada , repartían una caja de despensa por familia en ese poblado, pero en las demás comunidades no.
No se menosprecia la ayuda, comentó, pero esa ayuda es insuficiente -en un día una familia de ocho miembros se la acaba- pero más aún si solo será repartida cada mes.
Existe una total descoordinación entre autoridades federales, estatales y municipales, aseguró el abogado, por la actual pugna entre el gobierno federal panista y el local priísta, en donde el gran perdedor de ese enfrentamiento político son las comunidades que están viviendo la tragedia.
Luis Alberto Méndez mencionó que visitaron la zona que comprende las comunidades de Simón Sarlat, Caparroso, Buenavista, Tabasquillo y Potrerillo, que también están en el agua
Ahí el medio de transporte son los cayucos de los pescadores que mueven y ayudan a sacar a la gente, afirmó.
No hay ayuda del municipio, no hay albergues, entre otras cosas porque casi todas las escuelas están también en el agua; en Simón Sarlat se han salvado los salones de la escuela primaria y es ahí donde se han refugiado algunas familias.Es una situación desesperante, sostiene el dirigente del CCUC.
Luis Alberto Méndez dijo que llevar la poca ayuda que están recabando a través de sus dos centros de acopio –en el Comité de Derechos Humanos de Tabasco- y levantar un diagnóstico de daños para gestionar, con el apoyo de Codehutab, ayuda internacional.
Estamos uniendo esfuerzos para ver de qué forma podemos bajar ayuda internacional, porque vemos que tanto los gobiernos municipales como estatal están cerrados, no tienen capacidad ni voluntad y por los problemas que tienen con la federación siguen estancados los apoyos.
La primera acción es brindar apoyo inmediato que requieren, las comunidades, hasta donde esté en nuestras manos, que es agua y alimentos, por eso hemos hecho un llamado a la solidaridad,
Lo otro es terminar el diagnóstico que es uno de los requisitos que exigen las fundaciones internacionales para soltar la ayuda y creemos que a más tardar el viernes lo habremos concluido.
Las acciones que llevaremos a cabo, agregó, no implica dejar a un lado o exigir a que el Estado y los gobiernos asuman sus compromisos y responsabilidades de salvaguardar la vida, la salud, seguridad de todos los tabasqueños, pero en especial de las que en estos momentos están en el agua, por quinto año consecutivo.
Como han remarcado el CCUC y el FSCIPS y lo seguiremos haciendo, esta es una tragedia administrada por el Estado.
Informó ayer, Luis Alberto Méndez May, integrante del Consejo de Comunidades Unidas de Centla (CCUC), luego del recorrido que junto con integrantes del Frente Sindical Campesino, Indígena, Popular y Social (FSCIPS) iniciaron el lunes por la zona devastada de ese municipio.
El objetivo, además de llevar un poco de ayuda, es ir levantando un diagnóstico de los daños que hasta este momento ha causado la inundación en comunidades indígenas de Centla.
Es verdaderamente lamentable la situación que están viviendo los pobladores de la zona de Quintín Arauz y comunidades aledañas, dijo, que de por si están abandonadas, marginadas desde siempre, en estos momentos ya ni siquiera pueden subsistir de sus actividades ancestrales como la pesca y los cultivos de temporal.
En esa zona no ha quedado a salvo ni una casa, todas están en el agua, con niveles de dos metros o más, hay casas desaparecidas y los que se han quedado ahí, los que tiene tablas de madera han construido tapancos, pero hay familias enteras con sus hijos que viven y duermen en cayucos, afirmó Méndez May.
El agua para beber y preparar alimentos, y por las mismas circunstancias que están viviendo, esas familias comienzan a padecer enfermedades respiratorias, de la piel y gastrointestinales, debido a que el agua de los ríos, que utilizan para su aseo personal y muy posiblemente para preparar alimentos o beber, está cada vez más contaminada y los garrafones cada vez más caros.
Reses, perros y gatos flotan muertos sobre el agua, mencionó; quienes tienen ganado lo están dejando morir, porque no tiene dinero para sacarlos del agua ni para comprarles pastura.
A más de un mes que la inundación llegó a ese municipio, denunció, los habitantes no han recibido ningún tipo de ayuda, apenas el lunes que llegábamos a Quintín Arauz, elementos de la Armada , repartían una caja de despensa por familia en ese poblado, pero en las demás comunidades no.
No se menosprecia la ayuda, comentó, pero esa ayuda es insuficiente -en un día una familia de ocho miembros se la acaba- pero más aún si solo será repartida cada mes.
Existe una total descoordinación entre autoridades federales, estatales y municipales, aseguró el abogado, por la actual pugna entre el gobierno federal panista y el local priísta, en donde el gran perdedor de ese enfrentamiento político son las comunidades que están viviendo la tragedia.
Luis Alberto Méndez mencionó que visitaron la zona que comprende las comunidades de Simón Sarlat, Caparroso, Buenavista, Tabasquillo y Potrerillo, que también están en el agua
Ahí el medio de transporte son los cayucos de los pescadores que mueven y ayudan a sacar a la gente, afirmó.
No hay ayuda del municipio, no hay albergues, entre otras cosas porque casi todas las escuelas están también en el agua; en Simón Sarlat se han salvado los salones de la escuela primaria y es ahí donde se han refugiado algunas familias.Es una situación desesperante, sostiene el dirigente del CCUC.
Luis Alberto Méndez dijo que llevar la poca ayuda que están recabando a través de sus dos centros de acopio –en el Comité de Derechos Humanos de Tabasco- y levantar un diagnóstico de daños para gestionar, con el apoyo de Codehutab, ayuda internacional.
Estamos uniendo esfuerzos para ver de qué forma podemos bajar ayuda internacional, porque vemos que tanto los gobiernos municipales como estatal están cerrados, no tienen capacidad ni voluntad y por los problemas que tienen con la federación siguen estancados los apoyos.
La primera acción es brindar apoyo inmediato que requieren, las comunidades, hasta donde esté en nuestras manos, que es agua y alimentos, por eso hemos hecho un llamado a la solidaridad,
Lo otro es terminar el diagnóstico que es uno de los requisitos que exigen las fundaciones internacionales para soltar la ayuda y creemos que a más tardar el viernes lo habremos concluido.
Las acciones que llevaremos a cabo, agregó, no implica dejar a un lado o exigir a que el Estado y los gobiernos asuman sus compromisos y responsabilidades de salvaguardar la vida, la salud, seguridad de todos los tabasqueños, pero en especial de las que en estos momentos están en el agua, por quinto año consecutivo.
Como han remarcado el CCUC y el FSCIPS y lo seguiremos haciendo, esta es una tragedia administrada por el Estado.
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