• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 03 de Mayo de 2024

Javier May ganó el debate con propuestas

Sus contrincantes se dedicaron a atacarlo en lugar de plantear su proyecto de gobierno


Por Alejandro Hernández


Javier May Rodríguez, candidato de la coalición “Sigamos Haciendo Historia en Tabasco”, ganó el debate del domingo pasado. Fue el único que se ocupó de plantear propuestas y asumir compromisos de campaña se llevó la noche. Entró como puntero de la competencia electoral y salió más líder que nunca, victorioso y radiante. No pudieron quitarle una sola pluma a su gallo, a pesar de que intentaron, sin éxito, de manchar su honorabilidad. Esta permanece intacta. El pueblo lo sabe. El pueblo confía en él.
Se alzó con el triunfo la noche del domingo. Superó a sus contrincantes, quienes se dedicaron a atacarlo en lugar de exponer sus ideas y planteamientos. Fueron montoneros y ni en bola pudieron frenar al Tren May.
Quedó claro que carecen de proyecto de gobierno. Lo suyo es la descalificación, el ataque artero y la calumnia. Se batieron en su lodo el domingo pasado, pero no lograron manchar la honra de Javier May, un político honesto, responsable y muy trabajador.
Minutos después de haber terminado el debate, la doctora Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, PT y PVEM, felicitó a Javier May por haber ganado la confrontación de ideas.
“Felicidades a Javier May por su triunfo en el debate. Será un gran gobernante de Tabasco. Nos tocará construir juntos el segundo piso de la 4T”, posteó en su cuenta de X, antes Twitter.
Ni Xóchitl Gálvez ni Jorge Álvarez Máynez dedicaron siquiera unas líneas de aliento a sus compañeras candidatas del PRIAN, Lorena Beaurregard, y Movimiento Ciudadano, Minés de la Fuente, así como al abanderado del PRD, Juan Manuel Fócil.
Desde que iniciaron su participación mostraron el cobre. Ocuparon la mayor parte de sus intervenciones en criticar a los gobiernos de Morena, federal y estatal, a decir que todo está mal, que Tabasco se cae a pedazos.
Fueron ataques reiterados cuando abordaron los temas de salud, seguridad pública, corrupción y gobierno. Reciclaron las acusaciones en contra de Javier May, las que un día sí y otro también repiten en campaña, como disco rayado, pero que no generan ningún impacto en el pueblo, que no toma en cuenta esas calumnias.
Ella y Fócil insistieron en acusar al líder de la contienda de desplazarse, en sus recorridos de campaña, en una lujosa camioneta valuada, según ellos, en cinco millones de pesos, uno de los tantos infundios lanzados por sus adversarios políticos.
Lorena no cumplió lo que dijo al principio de su intervención: que estaba ahí para contrastar propuestas y proyectos de gobierno. Con el rostro tenso, la mirada seria al borde del enfado, lanzó sus diatribas contra Javier May y críticas a los gobernantes de Morena.
A eso se dedicó la mayor parte de sus intervenciones en el debate. Se dijo orgullosa de su militancia priista, pero no usa los colores de su partido en su propaganda, ni tampoco los del PAN. Como Xóchitl Gálvez, se apropió de los colores del INE.
Fócil confundió el debate con un acto de campaña o pensó que estaba en una de sus conferencias de prensa. Nada novedoso en sus exposiciones. Demasiado predecible y reiterativo. Leyó mucho e improvisó poco.
Articuló mal sus propuestas, no pudo dar una explicación convincente de lo que estaba planteando a los tabasqueños sobre los temas elegidos para este debate.
Lo mismo le sucedió a Minés de la Fuente, quien sufrió pánico escénico. Los nervios la traicionaron y la hicieron trastabillar en más de una intervención. Hubo momentos en que no supo qué decir y mejor optó por dar por terminado el tiempo disponible, sin haberlo aprovechado en su totalidad.
Todos los ataques fueron dirigidos a Javier May. Ni Lorena tocó a Fócil ni este a ella, y eso que la diferencia en la intención del voto entre ambos es mínima. Como si hubieran sellado un pacto de no agresión.
De Minés de la Fuente nadie se ocupó. No era necesario. Ella solita era presa de sus nervios. Mostró su novatez, su inexperiencia.
Javier May se dio tiempo de responder a las críticas sin engancharse ni caer en la provocación de sus contrincantes. Se enfocó en sus propuestas, en plantear los compromisos de campaña de cara a los tabasqueños que siguieron de cerca las incidencias del debate.