En 1931 el garridismo estaba viviendo un proceso de consolidación y plena hegemonía. Tenía una diversidad de medios impresos que difundían su proyecto político e ideológico; de todos ellos, REDENCIÓN EL DIARIO DE LA MAÑANA, era el más importante; ya que fue el instrumento de la Liga Central de Resistencia y del Partido Socialista Radical.
En REDENCIÓN se manifestaron las principales tendencias y posiciones políticas que definieron al garridismo. En 1931 el diario fue dirigido por dos de los garridistas más ‘rojos’: José María Bastar Sasso y Trinidad Malpica, que fueron apoyados en la redacción por Rodolfo Montiel H. y en la administración por Armando Rovirosa Ponce, Miguel Gallegos y Trinidad Hernández. El diario tenía sus oficinas en Juárez # 42 y el número de su teléfono era 89. En ese año, escribieron y colaboraron en Redención verdaderos ideólogos del garridismo, entre los que podemos señalar: a los propios directores y administradores, a Rosendo Taracena, Medardo Rosado, Julián Urrutia Burelo, Pablo Azcona, Arnulfo Giorgana, Gabriel Hernández Llergo, Tomás Taracena, Francisco Trujillo, Carlos Alberto Madrazo Becerra, Augusto Hernández, Silverio Falcón, Aureliano Concha, Aníbal Somarriba, Napoleón Pedrero, Raúl Zepeda, Miguel Paredes Campos, etcétera.
También en ese año colaboraban con REDENCIÓN, varias mujeres; entre ellas podemos mencionar: Ana Santa María, Celerina O de González, Sahara M. de Castillo, Eloísa Azcuaga, Asunción Jiménez, María Luisa Chacón de Ramírez, Susana González, Consuelo Marín, Esperanza Vázquez, Hortensia Elizondo, María Luisa Riversa, entre otras.
A estos nombres de mujeres y hombres garridistas, habría que agregarle un sinnúmero de políticos y administradores que operaban el Congreso del Estado, el Tribunal Superior de Justicia, las presidencias municipales y las diversas instituciones administrativas y educativas.
Además de las noticias cotidianas, en REDENCIÓN se debatieron temas concretos que se exponían en las ideas y argumentos de sus colaboradores. Recurrentemente, en el diario se discutieron temas que aludían al: carácter de la Revolución Mexicana, la soberanía nacional, el patriotismo, la educación racionalista y socialista, el anticlericalismo, el significado social y económico de las ferias, el deporte, la condición de las mujeres tabasqueñas, el cooperativismo y el trabajo, el fanatismo religioso, la justicia y cotidianamente se impugnaron las prácticas que se relacionaban con los vicios.
Además de los temas regionales y nacionales Los temas internacionales fueron debatidos por los garridistas; continuamente se publicaron notas sobre el imperialismo norteamericano, los países de América Latina, la guerra civil española, la consolidación de la Unión Soviética, etcétera.
Las mujeres recurrentemente publicaban artículos sobre el carácter social del garridismo, el significado político y cultural de la educación, los derechos de las mujeres, el feminismo y hacían propuestas para que, a través de la educación, el trabajo y la participación política, las mujeres salieran del relego en el que vivían.
Ideológicamente, REDENCIÓN siempre publicaba dos páginas en las que se exponían trabajos de corte literario, esa sección tuvo distintos nombres, entre ellos: Página de los Poetas, Sección de Cantares y Musa Tabasqueña. Fue una sección notablemente significativa por la variedad de poemas y composiciones en verso y prosa, que se publicaron en ella. En esas páginas destacaron los trabajos de Raúl Zepeda y Napoleón Pedrero.
REDENCIÓN también vendía publicidad y sus anunciantes comulgaban con las ideas que en él se publicaban; así, sujetos y negocios contribuyeron diario; entre ellos: el negocio de Hermilo M. Granados, los teatros Azteca y Merino, los negocios: La Palestina, La Florida, El Progreso, La Gran Barata, La Casa Rivero, La Academia y una empresa trasnacional como la Ford.
Sin más espacio, para expresarles sobre la función ideológica que cumplía REDENCIÓN en los sectores sociales de Tabasco, en aquél 1931; los invito a que lo lean, para que puedan comprobar las ideas y acciones los garridistas.