La cúpula empresarial de México se encuentra en un momento de tensión y reordenamiento. El reciente anuncio de la Presidenta Claudia Sheinbaum de crear el Consejo para Detonar la Inversión ha sido interpretado por analistas y líderes del sector privado no solo como un nuevo mecanismo de promoción económica, sino como una jugada política que podría fracturar las estructuras tradicionales de representación, particularmente el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
La iniciativa, impulsada desde el poder económico por figuras como Carlos Slim y el líder saliente del CCE, Francisco Cervantes, con el respaldo presidencial, ha encendido las alarmas sobre la elección de un interlocutor preferente por parte del nuevo gobierno.
Slim, el arquitecto del nuevo eje de poder
En el centro de esta reconfiguración se encuentra Carlos Slim Helú. De acuerdo con diversas fuentes del sector, el dueño de Grupo Carso es el principal promotor del nuevo Consejo. Su estrategia busca construir un bloque empresarial compacto y con línea directa a la Presidenta, capaz de entregar resultados tangibles, especialmente de cara a los desafíos de la renegociación del T-MEC en 2026.
La composición del Consejo es de alto perfil e incluye a 18 figuras prominentes, mezclando el poder económico tradicional con aliados estratégicos del actual movimiento político. Entre ellos destacan:
- Líderes de Grupo Carso: Carlos Slim Helú y Carlos Slim Domit.
- Figuras Mediáticas y Financieras: Bernardo Gómez (Televisa), Alejandro Baillères (BAL), Carlos Hank González, Alfonso de Angoitia.
- Aliados Estratégicos: Altagracia Gómez Sierra, Juan Pablo del Valle, José Antonio Chedraui y el propio Francisco Cervantes.
La crítica central radica en la redundancia: ¿Por qué crear un nuevo órgano cuando ya existen instancias empresariales y mesas de diálogo consolidadas? Para muchos líderes, la coincidencia temporal del anuncio, justo antes del cambio de liderazgo en el CCE, envía un mensaje inequívoco: el gobierno ha elegido a sus aliados, al margen de la cúpula tradicional.
José Medina Mora y el riesgo de un CCE subordinado
La presidencia del CCE pasa a manos de José Medina Mora en un momento especialmente sensible. El nuevo líder enfrenta un doble desafío:
- Recomponer la Unidad: Deberá sanar la relación con los empresarios que vieron con recelo la excesiva cercanía institucional que mantuvo su antecesor, Francisco Cervantes, con el gobierno federal.
- Definir el Rol Institucional: El reto más grande es evitar que el CCE quede subordinado o desplazado por el nuevo Consejo para Detonar la Inversión.
“La creación del nuevo Consejo redefine interlocutores y podría desplazar al CCE como voz principal del sector empresarial.”
A diferencia de Cervantes, Medina Mora proyecta una imagen de mayor independencia y perfil técnico, cualidades que le han valido el respaldo de sectores que buscan una postura más firme frente al poder político y lo posicionan como una carta sólida para encabezar las negociaciones comerciales con Norteamérica. Sin embargo, la pregunta de fondo es si el CCE mantendrá su peso histórico como máximo organismo cúpula o si quedará relegado a un esquema paralelo impulsado por el poder económico y político.
Cervantes, el operador fortalecido
Quien emerge innegablemente fortalecido de este reacomodo es el presidente saliente del CCE, Francisco Cervantes. Lejos de perder influencia con el cambio de administración, Cervantes se convierte en una pieza clave del nuevo consejo, consolidando su posición como un interlocutor predilecto.
La cercanía que mantuvo Cervantes con la 4T en los últimos años —participando en anuncios cruciales como el incremento al salario mínimo y la reforma laboral de las 40 horas— se traduce ahora en influencia directa en el nuevo esquema. Paradoxalmente, su nuevo rol desplaza esquemas anteriores que él mismo impulsó, como el Comité Especial para la Inversión y Relocalización de Empresas.
Hoy, con el respaldo explícito de Carlos Slim y de la Presidenta Sheinbaum, Francisco Cervantes se perfila como el verdadero operador y enlace entre una parte significativa de la Iniciativa Privada y el Ejecutivo Federal, un movimiento que no solo redefine liderazgos, sino que amenaza con profundizar la división en la cúpula empresarial mexicana.
#TomaNota:
• Nuevo órgano: Consejo para Detonar la Inversión, impulsado por Slim y respaldado por la Presidencia.
• Integrantes: 18 líderes económicos, incluidos Slim, Baillères, Hank González y Cervantes.
• Riesgo: el CCE podría perder peso frente al nuevo esquema.
• Cambio clave: José Medina Mora asume el CCE con retos de unidad e independencia.
• Cervantes: sale fortalecido y con rol central como interlocutor del Ejecutivo.
