Inopinadamente surge como candidata al PAN Edomex doña “Lucerito”
El Estado de México puede devenir el termómetro del PAN, obviamente de Felipe Calderón y de los yunquetos. Un vistazo a sus candidateables para darle la batalla al PRI y a una izquierda que está en la fragua de Vulcano, merced a los martillazos de AMLO, nos puede aclarar la carencia de ¡todo!, que registra el panificable partido.
Ahora, inopinadamente surge como candidata doña “Lucerito” ¿cuál es su nombre real?, que nos recuerda a aquella artistilla que amenazó a los periodistas y que tuvo como respaldo la “matona” de uno de sus “guaruras”. Suceso que se ha olvidado merced a las aguas bautismales o salutíferas de Tele-risa que logró hacer olvidar al auditorio la peor regada de la célebre “estrellada” en su Canal de las ídems.
Resulta verdaderamente bataclanesco que piensen como representante popular en una dama que apenas ha mostrado sus derrames de bilis y su paupérrima voz, en los 12 de diciembre en La Villa de Guadalupe. En rigor no es que los artistas no sean ciudadanos, pero como políticos se requieren personas pensantes: Lula da Silva incorporó a uno que lo abandonó por discrepancias ideológicas, y no ¡por arranques histéricos como los de la famosa damita que ahora sueña en otro tipo de estrellas! En rigor, esta sola mención revela el nivel de las huestes panistas: escenográficas, mediáticas 100 por %. Bueno, en Italia se proyectó como diputada a “La Cicciolina” bien dotada pectoralmente y con antecedentes arraigados en la “profesión más antigua de la historia”. Ahora en México, sería cuando menos con antecedentes en la “histeria más desmesurada de nuestros días”
Obvio. “Lucerito”, así sea como precandidata abriría oportunidades para otros personajes semejantes. ¿Extrañaría que pronto el PAN promoviera la candidatura de “Cepillín”, “Chabelo” o la del “Chavo del Ocho”?, este último además caracterizado por ser el intelectual orgánico del felipismo calderónico. En ese caso, el de la candidatura de doña “Lucerito” la contienda sería apretada. Tendríamos por el PRI, en una esquina, la del “Glostora” o “Johnny Neutrón” Peña Nieto y por la otra a “Lucerito” con canciones de fondo de cuño familiar: “Mi Jarras”. Obvio, desde la esquina de “Johnny Neutrón” se escucharían los graznidos de apoyo de “La Gaviota” que ensordecerían al público expectante. Al menos acallarían la vocesita tipluda de Chuayffet, el negociador con “18 Chinchones” y la muy conocida voz de “El Chupacabras” Salinas de Gortari.
Realmente la oportunidad de que en el Estado de México se contemple una competencia electoral digna de telenovela, no es viable en ninguna otra parte. Naturalmente incluiría la boda Peña-Rivera, con acólitos de primer orden político, santificados por “Mill-Onésimo” Cepeda. En una demostración de laicismo republicano, contemplaríamos arrodillados a “la de los huipiles”; a “Paco Rejas”, a Beltrones, a Murillo Karam “El Cacique de Pachuca y sus alrededores” y a toda la nomenclatura priísta que rendiría pleitesía a los nuevos tiempos: los de la “República de los Notables”.
rubenmv99@yahoo.com
Ahora, inopinadamente surge como candidata doña “Lucerito” ¿cuál es su nombre real?, que nos recuerda a aquella artistilla que amenazó a los periodistas y que tuvo como respaldo la “matona” de uno de sus “guaruras”. Suceso que se ha olvidado merced a las aguas bautismales o salutíferas de Tele-risa que logró hacer olvidar al auditorio la peor regada de la célebre “estrellada” en su Canal de las ídems.
Resulta verdaderamente bataclanesco que piensen como representante popular en una dama que apenas ha mostrado sus derrames de bilis y su paupérrima voz, en los 12 de diciembre en La Villa de Guadalupe. En rigor no es que los artistas no sean ciudadanos, pero como políticos se requieren personas pensantes: Lula da Silva incorporó a uno que lo abandonó por discrepancias ideológicas, y no ¡por arranques histéricos como los de la famosa damita que ahora sueña en otro tipo de estrellas! En rigor, esta sola mención revela el nivel de las huestes panistas: escenográficas, mediáticas 100 por %. Bueno, en Italia se proyectó como diputada a “La Cicciolina” bien dotada pectoralmente y con antecedentes arraigados en la “profesión más antigua de la historia”. Ahora en México, sería cuando menos con antecedentes en la “histeria más desmesurada de nuestros días”
Obvio. “Lucerito”, así sea como precandidata abriría oportunidades para otros personajes semejantes. ¿Extrañaría que pronto el PAN promoviera la candidatura de “Cepillín”, “Chabelo” o la del “Chavo del Ocho”?, este último además caracterizado por ser el intelectual orgánico del felipismo calderónico. En ese caso, el de la candidatura de doña “Lucerito” la contienda sería apretada. Tendríamos por el PRI, en una esquina, la del “Glostora” o “Johnny Neutrón” Peña Nieto y por la otra a “Lucerito” con canciones de fondo de cuño familiar: “Mi Jarras”. Obvio, desde la esquina de “Johnny Neutrón” se escucharían los graznidos de apoyo de “La Gaviota” que ensordecerían al público expectante. Al menos acallarían la vocesita tipluda de Chuayffet, el negociador con “18 Chinchones” y la muy conocida voz de “El Chupacabras” Salinas de Gortari.
Realmente la oportunidad de que en el Estado de México se contemple una competencia electoral digna de telenovela, no es viable en ninguna otra parte. Naturalmente incluiría la boda Peña-Rivera, con acólitos de primer orden político, santificados por “Mill-Onésimo” Cepeda. En una demostración de laicismo republicano, contemplaríamos arrodillados a “la de los huipiles”; a “Paco Rejas”, a Beltrones, a Murillo Karam “El Cacique de Pachuca y sus alrededores” y a toda la nomenclatura priísta que rendiría pleitesía a los nuevos tiempos: los de la “República de los Notables”.
rubenmv99@yahoo.com
