Lo anterior, tras informar que su enfermedad avanza rápidamente.
Cabe destacar que en diciembre, Mujica, de 89 años, fue intervenido quirúrgicamente por un cáncer de esófago y se recuperaba tranquilo.
Al tiempo que en redes sociales se destaca que se trata del exguerrillero, preso por la dictadura, así como posteriormente presidente de 2010 a 2015.
Mismo quien recibía tratamiento por la enfermedad diagnosticada en mayo pasado, sin embargo, dijo a la prensa que está perdiendo la batalla.
«El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada».
Así dijo Mujica y sentenció:
«¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta».
Asimismo, Mujica anunció que no dará más entrevistas y contó que no se hará ningún nuevo tratamiento médico.
«Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me acosen con entrevistas al pedo ni nada más. Se terminó mi ciclo hace rato».
Y asentó:
«Sinceramente, me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso», agregó.
Mujica aprovechó la oportunidad para despedirse de sus compañeros y de sus compatriotas.
Así, José Alberto Mujica Cordano, en agosto, ya había dicho que su cuerpo no resistía el tratamiento: «según los médicos, anduvo bien, pero yo estoy deshecho», dijo sobre la radiología a la que fue sometido.
«La vida es hermosa. Con todas sus peripecias, amo la vida. Y la estoy perdiendo porque estoy en el tiempo de irme», agregó luego.
PALABRAS DE UN GUERRERO
Por otra parte, se destaca que la entrevista desde su modesta finca en las afueras de Montevideo, donde se recupera de las sesiones de radioterapia que recibió hasta mediados de junio.
Además, se subraya que en la entrevista, el Times lo presenta como un «filósofo sin pelos en la lengua», Mujica no escatimó sus críticas a la sociedad de consumo.
«La humanidad necesita trabajar menos y tener más tiempo libre y ser más sobria. ¿Para qué tanta basura? ¿Por qué hay que cambiar el auto? ¿Cambiar de heladera?», señaló.
Esto, «porque la vida es una y se va. Hay que darle sentido a la vida. Hay que luchar por la felicidad humana. No solo por la riqueza», reflexionó.
Asimismo, destacó su admiración por la naturaleza, y aunque afirmó no creer en Dios, dijo respetar mucho a quienes sí lo hacen. «Es como un consuelo ante la idea de la muerte».
Sobre cómo le gustaría ser recordado, dijo: «Como lo que soy: un viejo loco» que tiene «la magia de la palabra».
HISTORIAS
Al tiempo que se indica que Mujica, se alzó en armas en los años 1960 y 1970 y estuvo 13 años preso, la mayor parte durante la dictadura cívico-militar (1973-1985).
Cabe destacar que se indica que convalece junto a su esposa, Lucía Topolansky, una exguerrillera como él que llegó a ser vicepresidenta de Uruguay (2017-2020).
En una nota titulada «La historia de amor de dos rebeldes que llegaron a liderar Uruguay», que el Times publicó junto con la entrevista, el expresidente se refirió a Topolansky.
«El amor tiene edades. Cuando sos joven, es una hoguera. Cuando sos viejo, es una dulce costumbre», dijo Mujica. «Si estoy vivo es porque está ella».
DATOS
Nacido en Montevideo en 1935, José Mujica pasó gran parte de su juventud trabajando en el campo. Primero se afilió al Partido Nacional, de centroderecha que abandonó en 1962.
Lo anterior para integrarse a los Tupamaros, movimiento guerrillero urbano inspirado en la Revolución cubana e ideas marxistas.
Allí conoció a Lucía Topolansky que sería su pareja desde entonces.
Mujica, como se indica arriba, participó en acciones de guerrilla urbana y fue encarcelado varias veces, la última en 1972, al principio de la dictadura cívico-militar.
Además, pasó la mayor parte de su encierro en aislamiento solitario hasta que finalmente fue liberado en 1985, cuando Uruguay retornó a la democracia.
Tras su liberación, Mujica junto con otros exguerrilleros fundaron el Movimiento de Participación Popular, que entró como una facción del Frente Amplio, coalición de izquierdas fundada en los años setenta.
Seguidamente, Mujica fue elegido diputado en 1995 y senador en 1999, cargos desde donde contribuyó a la legalización de actividades laborales informales y a mejorar la seguridad social para trabajadores urbanos y agricultores.
Después fue ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca entre 2005 y 2008, durante el primer mandato de Tabaré Vázquez. Su labor y popularidad le llevaron a la presidencia de Uruguay en 2010.
En su mandato hasta 2015, Pepe Mujica implementó políticas y programas orientados a la inclusión y el bienestar social. La Ley de Matrimonio Igualitario, aprobada en 2013, fue una de las primeras en América Latina.
POLÍTICA MUJICA
Tras culminar su mandato presidencial, retornó al Senado uruguayo desde 2015 hasta 2018 y en 2020, y militando en el Movimiento de Participación Popular.
Finalmente, se precisa que en abril comunicó que padecía un tumor en el esófago, pero siguió activo en política.
E incluso participó en varios mítines de campaña del Frente Amplio para las elecciones presidenciales de octubre y noviembre, que ganó su coalición con la candidatura de Yamandú Orsi.