Al conmemorar el séptimo aniversario del inicio de la Cuarta Transformación (4T), la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ofreció un mensaje contundente, reafirmando los principios ideológicos y políticos que guían a su movimiento: el Humanismo Mexicano. En su declaración, la mandataria destacó una postura de firmeza ante los poderes fácticos y una defensa incondicional de los derechos y la soberanía del pueblo.
La presidenta Sheinbaum enfatizó que el movimiento se distingue por su profunda vocación humanista, manifestando un rechazo categórico a la influencia de los intereses económicos y la élite política.
"Somos humanistas, no creemos en el poder del dinero y no nos arrodillamos frente a los poderosos", declaró.
Este humanismo se traduce en una visión de país centrada en el bienestar colectivo: "Creemos en un México de libertades, de justicia; un México soberano, de justicia verdadera, donde el que manda es el pueblo de México".
Sheinbaum subrayó el compromiso de su administración para combatir las injusticias estructurales y las desigualdades sociales. La indignación, dijo, surge de la discriminación, el clasismo, el racismo, el machismo y las "profundas desigualdades". Su lucha se mantiene inalterable:
- Garantizar que todos los mexicanos puedan acceder a alimentos saludables tres veces al día.
- Asegurar el derecho a la educación, salud, vestido y vivienda.
Enfatizó que el Humanismo Mexicano no cree en el consumismo ni en la avaricia, sino que valora la riqueza cultural de México, reconociendo especialmente a sus pueblos originarios y su vasta historia. En este sentido, advirtió: “Quien no defienda sus raíces camina sin sombra y rumbo; la memoria es semilla, si no se cuida, no florece”.
La presidenta fue enfática al contrastar los logros de la 4T con los gobiernos anteriores, a los que calificó de neoliberales y conservadores.
"Nada de los cambios alcanzados con la transformación serían posible con los gobiernos del pasado neoliberal ni con la 'falsedad del conservadurismo'... Ellos nunca han creído en los derechos del pueblo de México."
Criticó el esfuerzo de sus adversarios políticos por "construir realidades virtuales en las redes sociales" y columnas de opinión que buscan desvirtuar el momento de cambio que vive el país.
Sheinbaum Pardo dedicó una parte significativa de su discurso a refutar las acusaciones de que México es "cada vez menos democrático" o que su gobierno es represor.
“Somos humanistas, no creemos en el poder del dinero y no nos arrodillamos frente a los poderosos”.
La mandataria confrontó a los críticos recordándoles episodios históricos del periodo neoliberal, que, a su juicio, representan verdaderos atentados contra la democracia:
- El fraude electoral de 1988 contra Cuauhtémoc Cárdenas.
- El desafuero del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, calificado como "una de las acciones más autoritarias de la historia reciente".
- La compra masiva de votos en la elección de 2012.
- El cambio de toda la Suprema Corte de Justicia de la Nación por el expresidente Ernesto Zedillo en 1994.
En contraste, destacó que la 4T sí ha luchado y sigue luchando por la democracia, logrando establecer mecanismos de participación ciudadana como el plebiscito y la revocación de mandato, además de garantizar elecciones libres y limpias. También subrayó la importancia de la elección de un nuevo Poder Judicial.
De igual manera, rechazó la afirmación de que el actual es un gobierno represor. "Falso, siempre hemos luchado contra la represión y actuamos en consecuencia. Nunca hemos reprimido al pueblo y si un servidor público se sobrepasa es sancionado".
Argumentó que la represión fue característica de la "época del PRIAN", mencionando casos emblemáticos como la represión a los maestros y los sucesos de Atenco. Adicionalmente, rechazó las calumnias sobre la falta de libertad de expresión y movilización o la supuesta falta de apoyo a los jóvenes.
Otro punto clave en la declaración fue la refutación a la calumnia que vincula a los gobiernos de la transformación con grupos delincuenciales.
Sheinbaum afirmó categóricamente: "Falso". En su lugar, señaló que la supuesta "guerra contra el narco" fue iniciada por gobiernos anteriores, poniendo a un personaje como Genaro García Luna —hoy preso en Estados Unidos— al frente de la seguridad.
La presidenta citó datos para sustentar el cambio de estrategia:
- Durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, los homicidios dolosos se incrementaron en un 250 por ciento.
- En contraste, del 2018 a la fecha, la incidencia de homicidios dolosos se ha reducido en un 34 por ciento.
Concluyó su mensaje reiterando la firmeza de su visión y la esencia de su movimiento: un gobierno que ama a la patria, tiene un profundo amor por el pueblo y su historia, y trabaja para consolidar una democracia verdadera donde la voluntad popular sea la única que prevalezca.
