El Gobernador recorrió comunidades rurales y el penal de Chontalpa, entregó tarjetas de Sembrando Vida y viviendas del bienestar.
Sea que se reúna con campesinos para entregarles sus tarjetas de Sembrando Vida, o que supervise, acompañado de custodios, mandos y secretarios, los corredores infinitos del penal de seguridad que pronto entrará en funciones, el Gobernador Javier May Rodríguez no para, sabiendo que no vino a administrar el tiempo sino a marcar la diferencia para transformar la entidad.
Su andar es veloz, tanto que en ocasiones los pasos largos del secretario de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas, Daniel Casasús Ruz, no son suficientes para mantenerse al paso y tiene que acelerar para alcanzarlo.
La primera parada, de la vertiginosa gira por el municipio de Huimanguillo, comenzó a las ocho de la mañana, en el Parque Ecológico La Convivencia, sombreado por el follaje de guatopes, litrinas, cheleles, guásimos, samanes y ceibas, bien alimentados por el río Mezcalapa, cuyo cause pasa a unos cuantos metros de distancia.
Frente a campesinas y campesinos, de puntos tan extremos como los poblados Barrial y El Pedregal, el mandatario les recordó a quienes sembrarán su media hectárea de cacao, que gracias al programa estatal Sembrando Vida podrán tener un precio de garantía justo, que los beneficien a ellos y sus familias. Entre quienes aplaudieron esa declaración estaba sentado don Miguel Casús López, precisamente de la ranchería El Pedernal, Moctezuma, a una hora de distancia de la cabecera municipal.
El campesino de 62 años lamentó que la mayoría de las personas mayores de su comunidad dejaron de cultivar sus parcelas de cacao por la monilinia.
“Mi padre mantuvo sus cultivos. En El Pedergal la plaga ha sido una lata, cuando siembra arroz o sino el pajaral que se come el maíz. Es tanta su hambre que ya no lo asustan ni los espantapájaros. A mí se me da bien la siembre del pepino. Recientemente coseché cacao, cuyo fruto cuajó bien bonito, fueron como 30 kilos de cacao, pero lo vendí a 140 pesos. Ya ni modo, pero ahora sé que el fruto que venga tiene un precio de garantía, y ya no se va a aprovechar el coyote”, contó después de terminar el evento.
Y es que, el mandatario estatal relató durante el evento que, luego de pasar por sus procesos, el fruto emblemático de la región ahora tiene mejores precios y los esfuerzos gubernamentales apuntan a garantizarlos.
Tras entregar 369 tarjetas a nuevas sembradoras y sembradores del programa estatal y mientras los 71 representantes de los Centros de Aprendizaje Campesino recibían sus malla sombras para sus viveros y sus tres tipos de bolsas de plástico para sus almácigos, el mandatario dejó la colonia 5 de Mayo y se trasladó a la villa Estación Chontalpa.
“Ya no se va a aprovechar el coyote. Ahora habrá un precio de garantía para el cacao.”
En este lugar, inició por quinta vez la vuelta a la entidad mediante la Jornada de Atención al Pueblo en Territorio, un singular modo de materializar el gobierno y sus servicios a la población alejada de las urbes, donde el propio Gobernador como máxima autoridad da la cara y ofrece audiencias públicas.
Hacía unos minutos había pasado por la Estación Roberto Ayala con un buen número de pasajeros en sus vagones el Tren Interoceánico rumbo a la Estación Pakal-Na, penúltima entrada a la ciudad de palacios mayas, Palenque. En la pared de la terminal se anunciaba otra salida hacia el mismo destino, el sábado a la misma hora. Los viernes y domingos, los viajeros pueden salir a las 17:30 horas con dirección a Coatzacoalcos.
“Esta ruta todavía no es de carga, sino de pasajeros, pero siempre trae los vagones llenos, y ha servido para mover más el pueblo. La verdad los trenes han sido un gran impulso para estas nuevas rutas”, declaró un marino que prefirió omitir su nombre.
A las una y media de la tarde, lo recibieron con pozol y dulces en la ranchería Ostitán, segunda sección, de apenas unos 250 caseríos. El lugar está a unos ocho kilómetros de la cabecera municipal y sus 730 habitantes viven en si mayoría de la pesca en el Mezcalapa. Doña Luisa Méndez, viuda de la tercera edad, que vivía con su hija y nieto en una casita de madera con rendijas muy grandes por donde se pasaba la lluvia o el fresco cuando arreciaban los nortes, acompaña el mandatario en un sencillo pero revolucionario acto de justicia social: la entrega de las llaves de su nueva Vivienda del Bienestar.
“Críe a mis hijos en esa casita, siempre quería que me apoyaran que me dieran una casa, pero nunca me tomaron en cuenta. Y como trabajo en la venta del carbón, pues es imposible con eso ya no hacer una casa sino al menos arreglar la que tenía. Pero ahora me siento alegre, ya tengo mi casita y agradezco al Gobernador me haya tomado por primera vez en cuenta”, contó conmovida la abuelita.
En la última escala de la gira, el Gobernador, acompañado en todo momento de la presidenta municipal, Marí Luz Velázquez Jiménez, llegó al Centro Penitenciario Número Nueve, cuyos trabajos de la SOTOP para ponerlo en funciones están al 95%. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Serafín Tadeo Lazcano, el director del Sistema Penitenciario Estatal, William Cabrera Pascacio y demás autoridades, condujeron a los visitantes por las distintas áreas de internamiento, pasillos, celdas, salones de enseñanza, comedores y control de monitoreo.
Durante aproximadamente una hora, tanto el secretario de Ordenamiento Territorial, como la subsecretaria de Obras Públicas, Victoria Zenteno, respondieron puntualmente las dudas y preguntas del mandatario, que no quiere dejar al aire algún detalle para que la obra entre en funciones. “La próxima semana terminamos. La remodelación fue exterior e interior. Las instalaciones hidráulicas están colapsadas y se rescataron”, dijeron los servidores públicos.
May Rodríguez, contento de los resultados, expresó: “Se acabó la fiesta”, pensando en los próximos inquilinos que habitarán este Centro Penitenciario. Sobre la rampa de entrada, se dirigió a Casasús Ruz: “¡No, hombre! Cómo estaba antes. ¡Ya cambió! El tema del mantenimiento va a ser permanente”. Y en broma, cerró: “Hay que traerse unas chivas para que coman el pasto”.
