Se busca disminuir la sobrepoblación que históricamente ha afectado al CRESET, generando problemas de control interno.
La madrugada de este viernes, las autoridades de seguridad del estado de Tabasco llevaron a cabo el tercer y más reciente operativo de reubicación de Personas Privadas de la Libertad (PPL), en un esfuerzo estratégico para desahogar el saturado sistema penitenciario de la entidad.
Un total de 56 internos considerados de alta peligrosidad o generadores de violencia fueron trasladados bajo un fuerte dispositivo de seguridad desde el Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET), ubicado en la capital, hacia el moderno Centro de Reinserción Social (Cereso) número 9, situado en Estación Chontalpa, en el municipio de Huimanguillo.
Cifra histórica de traslados y combate a la sobrepoblación
Con esta nueva movilización, la cifra total de reclusos reubicados a la nueva instalación penitenciaria asciende a 119 en lo que va del programa.
Este esfuerzo forma parte de un plan integral de las autoridades estatales para fortalecer la seguridad dentro de los centros penitenciarios y, primordialmente, disminuir la sobrepoblación que históricamente ha afectado al CRESET, generando problemas de control interno.
Los movimientos anteriores se registraron en dos fechas clave:
- 3 de septiembre: Se efectuó un primer traslado que incluyó a siete internos, entre ellos Ulises "N", alias "El mamado".
- Principios de octubre: Se llevó a cabo la segunda reubicación de 56 reos.
“El objetivo es recuperar el control total del sistema penitenciario y garantizar seguridad y reinserción real”, informó el gobierno de Tabasco.
El nuevo centro penitenciario de alta seguridad
El Cereso número 9 de Huimanguillo, que fue rehabilitado con el apoyo del gobierno federal, se perfila como un eje central en la nueva estrategia penitenciaria de Tabasco. El gobernador Javier May Rodríguez ha informado que el nuevo reclusorio cuenta con la capacidad para albergar hasta 750 personas privadas de la libertad, permitiendo una mejor clasificación de la población interna por tipo de delito y perfil criminológico.
La puesta en marcha de esta infraestructura no solo alivia la presión del CRESET, sino que también busca mejorar las condiciones de internamiento y garantizar una verdadera reinserción social en un entorno de máxima seguridad y control.
El operativo, que se desarrolló sin incidentes ni reportes de resistencia, confirma la determinación del gobierno de Tabasco de recuperar el control total del sistema penitenciario y sentar las bases para una administración más segura y ordenada.
#TomaNota:
Con los 119 traslados realizados, se prevé que el CRESET reduzca su población interna en más de 15 %, mejorando condiciones de seguridad y operación.
