Sheinbaum rechaza “guerra contra el narco” y acusa riesgo de autoritarismo
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo intensificó su rechazo a las propuestas de la oposición que abogan por un incremento en el uso de la fuerza y el regreso a estrategias de seguridad del pasado.
De manera categórica, la mandataria afirmó que revivir la llamada "guerra contra el narcotráfico" no solo es inviable, sino que representa un peligroso retroceso hacia el autoritarismo y el fascismo.
Desde Palacio Nacional, durante la conferencia matutina de este miércoles, la Jefa del Ejecutivo Federal desmanteló los argumentos a favor de la estrategia iniciada por el expresidente Felipe Calderón, y sostuvo que se trata de una estrategia intrínsecamente ilegal y fallida.
“Regresar a la guerra contra el narco no es opción. Primero, porque está fuera del marco de la ley.
Todos estos de la derecha que se llenan la boca y de las palabras estado de derecho y defienden la guerra contra el narco, la guerra contra el narco está fuera de la ley, porque es permiso para matar, sin ningún juicio”, enfatizó la presidenta.
Sheinbaum Pardo recordó que esta estrategia, lejos de pacificar el país, solo sirvió para incrementar los niveles de violencia: "No sirvió de nada más que para aumentar los homicidios en México y el nivel de violencia".
La presidenta confrontó directamente a aquellos sectores que señalan a su administración de ser autoritaria.
En su opinión, el verdadero acto autoritario es el llamado de la derecha a regresar a las tácticas de guerra.
“Regresar a la guerra contra el narco no es opción: es un permiso para matar, fuera de la ley”, sostuvo Claudia Sheinbaum.
“Son autoritarios, es ir hacia el fascismo, donde no hay estado de derecho y donde todo es extrajudicial, y donde se impone, ahí sí, la violencia del Estado.
¡Ese es el verdadero autoritarismo, el regreso a la guerra contra el narco!”, afirmó.
La mandataria federal contrapuso esta visión con la estrategia de su gobierno, que se basa en la ley y en el trabajo constante para la pacificación, mediante la reducción de delitos de alto impacto y la atención a las causas estructurales de la violencia.
La presidenta Sheinbaum trascendió el debate sobre seguridad para enmarcarlo en una disputa más profunda sobre el rumbo del país.
Sostuvo que las diferencias en la estrategia de seguridad son el reflejo de dos proyectos de nación contrapuestos:
- El proyecto de la oposición: Que busca el "regreso al pasado", a los privilegios, la corrupción y el uso desmedido de la fuerza.
- El proyecto de la Cuarta Transformación (4T): Que está a favor del pueblo, la defensa de los derechos, el combate a la pobreza y la construcción de la paz a través de una estrategia integral.
La presidenta defendió que el proyecto actual ha demostrado su eficacia, citando el logro social más relevante: "Lo fundamental es que representamos dos proyectos de nación y que el pueblo de México está con la 4T, porque además ha dado resultado en todos los sentidos: nada más 13.5 millones de mexicanos salieron de la pobreza. ¡Nada más!".
La líder del Ejecutivo concluyó que este es el fondo del debate político, más allá de las discusiones superficiales o los "insultos entre políticos en el Congreso u otros espacios".
Su postura es clara: el camino hacia la paz y la reducción de la violencia se basa en el Estado de Derecho, el bienestar social y no en la confrontación bélica.
