Durante el Consejo Nacional de Morena en la Ciudad de México, Adán Augusto López Hernández reapareció ante los medios tras días sin comentarios públicos sobre la orden de aprehensión contra Hernán Bermúdez Requena, su exsecretario de Seguridad en Tabasco, acusado de liderar el grupo criminal “La Barredora”.
Al evitar una zona de prensa, el senador declaró en voz baja: “Hay mucha politiquería en todo esto” y enfatizó que ya había cumplido con su obligación al proporcionar su versión a las autoridades.
López Hernández descartó conocer detalles de las actividades ilícitas del exfuncionario y afirmó que la investigación le corresponde a las autoridades competentes: “Ya informé lo que debía y ahora toca a las autoridades hacer su trabajo”.
Enfatizó que durante los dos años que estuvo como gobernador redujo el delito.
“Cuando recibimos el gobierno del PRD, el estado estaba en primer lugar de secuestro y extorsión”, dijo el también presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado.
Además, culpó a los partidos de oposición de realizar una campaña mediática en contra de él y pidió que es momento de cerrar filas en Morena a favor de la presidente Claudia Sheinbaum
El caso ha generado reacciones políticas intensas. La presidenta Sheinbaum instó a que la Fiscalía revise si Adán Augusto tiene alguna implicación, subrayando que “su Gobierno no encubrirá a nadie”.
En el seno de Morena, los senadores mostraron respaldo al líder de su bancada y se inició el procedimiento para expulsar a Bermúdez del partido.
La oposición, por su parte, equipara este episodio con el caso del exsecretario Genaro García Luna para cuestionar la gestión del senador y erosionar la imagen ética de Morena.
El panorama de seguridad en Tabasco también está bajo la lupa. Informes judiciales y militares atribuyen un historial de violencia y colusión entre autoridades estatales y grupos delictivos durante la administración de López Hernández, aunque él defiende los logros de su gestión en materia de seguridad.
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