Ciudad de México, 21 de dic de 2024.- El caso de Almudena Lebois, exconsejera de Unifin, quien está acusada de facilitar el desvío de recursos a más de 15 empresas, se convirtió en otra mancha más del Poder Judicial, que volvió a mostrar su dependencia del poder económico.
Lebois logró evadir la cárcel gracias a los distintos recursos judiciales que se utilizaron a su favor en un acto pleno de favoritismo.
Unifin es una Sociedad Financiera de Objetivo Múltiple (Sofom) dedicada al arrendamiento de maquinaria, equipos de transporte y al otorgamiento de créditos automotrices. Con más de 29 años de antigüedad, desde 2015 cotizaba en la BMV.
Fundada por Rodrigo Lebois Mateos, actualmente prófugo de la justicia, esta empresa anunció su restructura en 2022 tras el desplome de sus acciones y finalmente dio a conocer que dejaba de pagar los intereses y el capital de su deuda al declararse insolventes.
En su momento, Unifin fue considerada la segunda empresa más importante en el sector de intermediarios no bancarios.
ALMUDENA LEBOIS, UN CASO DE CORRUPCIÓN JUDICIAL E IMPUNIDAD
Almudena Lebois, hija del fundador de la empresa Unifin y participante del Consejo de Administración de esta, fue detenida el pasado 12 de diciembre y trasladada al penal de Barrientos en el Edomex.
El mismo día de su ingreso al penal, el Tribunal del Estado de México programó una audiencia inicial para el 13 de diciembre. Sin embargo, dicha audiencia fue organizada sin notificar al Ministerio Público encargado de la carpeta de investigación, un paso clave en el proceso judicial.
Durante la audiencia, a pesar de los elementos presentados, el juez decidió no imponer prisión preventiva, permitiendo que enfrentara el proceso en libertad.
El 16 de diciembre, un juez de control de la Ciudad de México libró otra orden de aprehensión en su contra por diversos delitos. Sin embargo, antes de que esta pudiera ser ejecutada, los abogados de Lebois obtuvieron una suspensión provisional.
El 17 de diciembre, Almudena compareció en la audiencia programada, pero lo hizo de manera virtual, argumentando que estaba contagiada de Covid-19. Este hecho impidió que las autoridades pudieran detenerla físicamente.
Al final de la audiencia, el juez pospuso su decisión, citando a las partes para el 18 de diciembre, bajo el argumento de que se trataba de un caso “complejo” que requería mayor análisis.
Gracias a esto, Almudena Lebois estaría cerca de abandonar el país para reunirse con su padre, quien radica en España, lejos del alcance de la justicia mexicana.
LAS OPERACIONES ILÍCITAS DE UNIFIN
Rodrigo Lebois Mateos fundó Unifin para ofrecer servicios financieros, aunque en el trayecto aprovechó para manipular los estados financieros de su empresa para captar más inversionistas y ganar confianza de las calificadoras y acreedores.
Lebois Mateos, junto con exejecutivos de la compañía y su círculo cercano, activó una red de al menos 15 empresas con las que supuestamente pediría crédito a la misma Unifin para su propio enriquecimiento.
La financiera utilizó el dinero de sus ahorradores para invertirlo en empresas de papel y adquirir millonarias propiedades en Miami.
No se puede explicar la expansión de Unifin sin la cercanía de figuras políticas que les permitieron operar en completa impunidad.
Empresarios señalan que entre 2014 y 2020, la Fundación Unifin habría realizado millonarios donativos a figuras políticas, incluidos: Felipe Calderón y Margarita Zavala, excandidata presidencial.
Gerardo Ruiz Mateos, entonces secretario de Economía y primo de Rodrigo Lebois, es señalado como parte fundamental del esquema. Su posición privilegiada permitió facilitar contratos amañados y acceder a recursos públicos sin fiscalización.
Algunos comparan las estrategias ilícitas de Unifin con la llamada Estafa Maestra, pues ambas usaron empresas fantasma, desviaron recursos a través de contratos inflados e involucraron la participación de altos funcionarios y empresarios.
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