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  • Viernes 28 de Junio de 2024

Analistas corrigen previsión de crecimiento en 2024; ven 2025 más optimista en México


Ciudad de México, 24 de junio de 2024.– En el último mes, por lo menos 13 instituciones financieras redujeron sus expectativas de crecimiento de México para este año, de acuerdo con la última Encuesta Citibanamex, en la cual se señala que “para 2024 el consenso anticipa un crecimiento del PIB de 2.1 por ciento, desde 2.2 por ciento”, mientras que la proyeccio?n mediana para el crecimiento del PIB de 2025 ahora se ubica en 1.7 por ciento, desde 1.80 por ciento anteriormente.
Es el caso de Banca Mifel que pasó de una previsión de crecimiento para 2024 de 2.5 por ciento, realizada el 21 de mayo, a una 2.2 por ciento para este 20 de junio. En ese mismo sentido, Barclays corrigió de 2.6 a 2.4 por ciento; Citibanamex de 2.1 a 1.9 por ciento; CI Banco de 2.4 a 2.2 por ciento; Intercam de 2.2 a 1.7 por ciento; Invex de 2.6 a 2.5 por ciento; JP Morgan de 2.1 a 1.8 por ciento; Masari Casa de Bolsa de 2.8 a 2.7; Monex de 2.3 a 2.1; Scotiabank México de 2.4 a 2.0 por ciento; Signum Research de 2.0 a 1.5; Thorne & Associates de 2.4 a 2.2, y Vector de 2.4 a 2.3 por ciento.
A inicios de este junio, en su Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, el Banco de México daba cuenta de cómo los analistas aumentaron con respecto a la encuesta precedente la probabilidad otorgada a los intervalos de 1.0 a 1.4 por ciento y de 1.5 a 1.9 por ciento, mientras que disminuyeron la probabilidad asignada al intervalo de 2.5 a 2.9 por ciento y continuaron otorgando la mayor probabilidad al intervalo de 2.0 a 2.4 por ciento, que es el intervalo en el cual coinciden la mayoría de las instituciones financieras.
Hace unas semanas, el Banco Mundial hizo lo propio al dar a conocer su informe de proyecciones económicas globales.
La institución con sede en Washington corrigió a la baja sus previsiones de crecimiento para el país: “Se pronostica que el crecimiento en México se desacelerará al 2.3 por ciento (de un 2.6 por ciento) en 2024 y al 2.1 por ciento en 2025”.
Y anotó los factores: “Este ajuste se atribuye a una flexibilización anticipada de la demanda interna después de años de crecer por encima de su ritmo potencial, lo que indica una reducción de la capacidad ociosa económica y una política monetaria estricta.
La política monetaria se ha mantenido estricta a pesar del reciente recorte de las tasas de interés, ya que la inflación en descenso se mantiene por encima de la meta del banco central, lo que probablemente seguirá restringiendo el crecimiento en el corto plazo.
Sin embargo, como se prevé que la inflación y las tasas de interés caigan a finales de este año, se espera que la inversión y el consumo repunten en 2025.
Se prevé que la política fiscal se expanda en 2024 y se consolide en 2025, ya que este año se llevarán a cabo varios programas sociales”.
En tanto, Citibanamex apuntó en su perspectiva semanal del pasado 13 de junio cómo que previo a las elecciones estimaban “una desaceleración del crecimiento económico para la segunda mitad de 2024 y 2025, relacionada principalmente con una caída del gasto público (por la necesidad de una consolidación fiscal) y los efectos de la política monetaria restrictiva”.
En ese sentido, apuntó: “La mayor probabilidad de observar un escenario de disminución de contrapesos que aumentaría la incertidumbre respecto a la continuidad de las ‘reglas del juego’ actuales, deteriora el panorama para la inversión”.
En ese sentido, previó una desaceleración más pronunciada de la inversión privada para la segunda mitad de 2024, la cual se extendería a 2025.
“Anteriormente anticipamos una ligera recuperación de la inversión privada para el próximo año a medida que la disipación de la incertidumbre asociada a los procesos electorales en Estados Unidos y México permitiría retomar el impulso de las tendencias de la relocalización de empresas o nearshoring”, refirió.
Y puntualizó: “Si bien la depreciación del tipo de cambio que se está registrando podría tener un efecto positivo sobre las exportaciones netas, este impacto sería más que compensado por el efecto sobre el consumo y la inversión privados de las mayores tasas de interés, y de la mayor incertidumbre”.