Ken Salazar aseveró que la estrategia del expresidente López Obrador de “abrazos, no balazos” no funcionó y cuestionó los esfuerzos del Gobierno mexicano por aminorar los índices de violencia delincuencial.
Asimismo, el embajador también acusó que se cerraron las puertas a la colaboración bilateral en materia de seguridad. “La pausa en los esfuerzos operativos, de inversión de Estados Unidos, comenzó en febrero de este año, yo no entiendo bien por qué”, reveló.
El funcionario estimó que esa pausa ocurrió después de que fue detenido en enero el narcotraficante Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Chapo Guzmán, cofundador del cártel de Sinaloa, quien cumple cadena perpetua en una prisión de EEUU y señaló que tras la detención del otro fundador de esa organización, Ismael Mayo Zambada, en julio pasado, “se cerraron las puertas de parte del Gobierno de México, nunca de parte del Gobierno de EEUU”.
“La coordinación ha fallado en el último año en gran parte porque el presidente anterior [López Obrador] no quiso recibir el apoyo de EEUU, cerró la puerta a las inversiones mayores a 32 millones de dólares, porque no quería que esa inversión llegara para ayudar a la seguridad del pueblo mexicano”, sentenció.
Al respecto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sentenció que el trabajo que realiza el Gobierno de México con Estados Unidos es de cooperación, pero no de subordinación.
“Sobre todo, [existe] una disparidad de declaraciones de la misma persona [Salazar] y, por otro lado, [está presente] la coordinación con Estados Unidos, más no la subordinación”, expresó la presidenta en conferencia de prensa el pasado 14 de noviembre.
“Es una simulación de cooperación”
De acuerdo con el sociólogo y académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México, Roberto Álvarez Manzo, la forma en la que EEUU opera en materia de seguridad sobre México es “una simulación de cooperación”.
“Lo que realmente se ha buscado ha sido —en diversos rubros tal vez no en todos en ámbitos de seguridad— la imposición de directrices, la imposición de enfoques, la imposición de estrategias, la imposición de paradigmas; es decir, la imposición del entendimiento no solo desde lo estratégico, sino desde lo práctico de cómo se tiene que llevar a cabo nuestra política en materia de seguridad”, sentenció el experto en temas de seguridad en entrevista con Sputnik.
El profesor Álvarez Manzo sentenció que históricamente, lo que EEUU llama ayudas son, en realidad, una manera de intervenir e incidir de manera asimétrica en las políticas de países como México y América Latina.
“No creo que [las ayudas operen] de manera asimétrica o cooperativa, sino más bien subordinando la política, los intereses, las estrategias y las acciones en el ámbito de la seguridad, al dictado o a los lineamientos que EEUU establece (...) Yo no lo vería como una cooperación sino como más un tipo de intervención que trata de subordinar a los intereses de Estados Unidos”, ponderó el analista.
La integrante del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, Estefanía Cruz Lera, consideró que es verdad que históricamente se han realizado operativos por parte de EEUU en México sin consentimiento del país; sin embargo, explicó que esto se debe a la poca confianza que hay entre ambas naciones en temas de seguridad.
“México y Estados Unidos la verdad es que tienen una profunda desconfianza en el tema de seguridad y narcotráfico. Los estadounidenses consideran que México es un país corrupto (...) México desconfía de Estados Unidos al verlo como un Gobierno que no comparte todo lo que sabe, que no le ayuda y que está más volcados a sus intereses propios que a una agenda bilateral de seguridad”, apuntó.
EEUU busca una “exculpación de responsabilidades”
Aunque el tema de seguridad, específicamente, el narcotráfico, es una problemática binacional en la que tanto EEUU como México tienen un papel protagónico, lo cierto es que históricamente Washington ha señalado al país latinoamericano como el principal foco del problema sin revisar sus propias políticas.
Y es que desde hace años, EEUU enfrenta niveles alarmantes de consumo de drogas, específicamente fentanilo, además de que para que la distribución de droga sea posible en un país como el norteamericano, se necesitan grupos criminales que operen dentro de él, explicó Álvarez Manzo.
“Estados Unidos no le ha dado un debido enfoque en materia de salud ni en materia de seguridad porque, evidentemente, no se podría estar traficando ni distribuyendo a gran escala en EEUU si no existieran también grupos delictivos allí”, sentenció el analista.
El sociólogo y experto en seguridad abundó que los dichos de Ken Salazar también podrían estar ligados al periodo postelectoral en EEUU, en donde tanto por voto popular como por los colegios electorales el republicano Donald Trump resultó ganador de la contienda.
“[Los dichos de Ken Salazar podrían ser] Un correlato de los resultados electorales porque no sé hasta donde esos fracasos en esas estrategias de seguridad en temas como el tráfico de drogas o el consumo de las mismas, ahora se le estén buscando atribuir solamente a México, y señalar que esos problemas (...) En términos más llanos, hasta donde ellos dejaron de atender en materia de seguridad en Estados Unidos y ahora quieren atribuir una actividad solamente a México”, sentenció.
“Una de las causas principales [de los dichos de Salazar] podría ser justamente la exculpación de responsabilidades que los competen tanto a ellos como a nosotros porque este es un tema bilateral”, abundó.
¿Qué esperar con la llegada de Trump?
De acuerdo con la doctora Estefanía Cruz, la figura de Ken Salazar como embajador de EEUU en México tiene una particularidad que la vuelve atípica: su cercanía con el presidente Joe Biden.
“Creo que por esta situación a veces se toman libertades sobre temas y queda en entredicho si se consultó a Washington en la desclasificación de cierta información o al asumir posiciones que a lo mejor podrían ser conflictivas”, aseveró.
Sin embargo, Cruz Lera recordó que el Gobierno demócrata ya va de salida, lo que podría haber influido en los polémicos dichos del embajador. “El margen de acción que tiene el presidente Biden es ya muy estrecha, prácticamente van de salida; yo creo que en ese proceso se toman ciertas libertades que no se tomarían, pero insisto, yo no se las hubiera tomado sin que fuera lo que estuviera resonando en Washington”, señaló.
Sobre qué esperar y quién podría suplir a Salazar en la Embajada de EEUU en México, Cruz Lera explicó que, por lo general, el cuerpo diplomático es de lo último que se nombra, además de que tiene que ser ratificado por el Congreso.
La analista previó que el perfil de la próxima o próximo embajador estadounidense en el país sea un perfil más enfocado a establecer lazos en materia de seguridad y no un perfil comercial como lo fue Christopher Landau, quien fungió como representante de EEUU en México durante la primera presidencia de Trump (2016-2020).