Autoridades continúan con las investigaciones en contra de los involucrados en la red de huachicol fiscal
La muerte del capitán Abraham Jeremías Pérez Ramírez, quien se desempeñaba como titular de la Unidad de Protección Portuaria de Altamira, Tamaulipas, ha abierto un nuevo capítulo en la investigación de la red de huachicol fiscal que opera en los puertos del país.
El cuerpo del capitán fue encontrado sin vida este lunes en sus oficinas, un hecho que las autoridades han calificado como un presunto suicidio.
Pérez Ramírez se encontraba en la mira de la Fiscalía General de la República (FGR) por su presunta implicación en esta red, que facilita la descarga ilegal de combustible en instalaciones portuarias.
De acuerdo con el expediente de la FGR, se le acusaba de recibir un soborno de 100 mil pesos en abril de 2024 a cambio de permitir una descarga ilícita en el puerto de Tampico.
El fallecimiento ocurre en medio de las indagatorias, lo que podría afectar el curso de la investigación y el desmantelamiento de la red.
La Secretaría de Marina (Semar) lamentó la muerte de su elemento y aseguró que colaborará con las autoridades para esclarecer los hechos, además de ofrecer su apoyo a la familia del capitán.
Este suceso pone de relieve la presunta corrupción en la operación de los puertos mexicanos y el alto riesgo que enfrentan las autoridades involucradas en la lucha contra el crimen organizado.
La muerte del capitán Pérez Ramírez no solo es una tragedia personal, sino que también plantea interrogantes sobre los alcances de la red de huachicol fiscal y las implicaciones de estas actividades ilícitas en la seguridad nacional y la economía del país.
