A partir de ayer, se firmaron las correspondientes leyes secundarias que estaban pendientes y en proceso de aprobación en el Congreso de la Unión; es decir, el Decreto por el que se expide la Ley de la Empresa Pública del Estado de Petróleos Mexicanos (Pemex); la Ley de la Empresa Pública del Estado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE); que incluye, Ley del Sector Hidrocarburo; Ley del Sector Eléctrico; Ley de Planeación y Transición Energética; ley de Biocombustibles, Ley de Geotermia, Ley de la Comisión Nacional de Energía,
Agregándose las disposiciones de la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo; adicionando y derogando diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Disposiciones que luego de ser aprobadas por diputados y senadores, le regresa al gobierno, las facultades atribuidas desde la expropiación de 1938, para que Pemex retome la rectoría de su actividad, que durante el período neoliberal los gobiernos anteriores modificaron con el fin de permitir mayor participación privada. Y porque no decirlo, desmantelarlas para luego venderla en pedazos, como hizo Carlos Salinas de Gortari, con importantes paraestatales que en ese tiempo entregó a particulares.
En su breve discurso la presidenta, agradeció la presencia de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, como hijo del presiente Lázaro Cárdenas; calificándolo como baluarte de la lucha por la defensa y recuperación de los bienes de la Nación; víctima político del régimen neoliberal, luego de impedirle el triunfo electoral mediante el fraude en las elecciones de 1998. Para inmediatamente reprochar el mal manejo petrolero de los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipillo Calderón, “entre 200 y 2012, les tocó los precios más altos de petróleo en el mundo. Fox administró por concepto de ingresos petroleros 335 mil millones de dólares y de excedentes petroleros 10 mil millones de dólares entre 2004 y 2006”,
“En 2007, otro presidente espurio, Calderón, recibió 12 mil millones de dólares, por precios altos del petróleo… y en 2008; 16 mil millones de dólares; ¿Y dónde quedó ese recurso?” lanzó la pregunta. Agregando que entre el gobierno de Calderón y Enrique peña Nieto, la deuda de Pemex creció al doble, hasta alcanzar 106 mil millones de dólares… Sumado al abandono de las refinerías, el desmantelamiento de la industria petroquímica; los casos de corrupción ligados a odebrecht, la mal llamada reforma prianista de diciembre de 2013, como la peor de las herencias del régimen neoliberal.
Historia que cambió a partir del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con el reinició de la producción petrolera, y la probación de la reforma constitucional que recupera a Pemex y CFE como empresas públicas del Estado. Eliminando el la Constitución la versión de empresas monopólicas, para otorgarle todo la preponderancia en la producción de petrolero y electricidad.