Una tragedia sin precedentes ha sacudido a la comunidad de Cañaveralito, en el municipio de Centla, tras un brutal ataque que ha dejado un saldo de cuatro personas fallecidas y la desaparición de seis menores.
Las autoridades han puesto en marcha un operativo masivo para dar con el responsable, un hombre identificado como Narciso 'N', conocido como "El Chicho", quien presuntamente secuestró a los niños tras el violento suceso.
El horrendo crimen se desencadenó en la madrugada, y los primeros reportes han conmocionado a la región.
El sospechoso, cuya crueldad se habría manifestado incluso antes de este ataque, se presume que también asesinó a su propio padre en un evento previo, lo que subraya la extrema peligrosidad del individuo.
La rápida escalada de violencia ha puesto a las autoridades en alerta máxima, considerando la integridad física de los menores en grave peligro.
Una Búsqueda Contrarreloj
La lista de los niños desaparecidos ha sido difundida con urgencia, generando una ola de preocupación y solidaridad. Las víctimas, cuyas edades van desde el año hasta los 16, han sido identificadas como Elisa Sofía (1), Jesús (4), Reyna (5), María Guadalupe (6), Jesús Guadalupe (7) y Estrella (16).
“Autoridades de la Fiscalía, Guardia Nacional y Seguridad Pública mantienen fuerte operativo de búsqueda contra el presunto responsable de un múltiple homicidio.”
Según los testimonios, "El Chicho" los habría tomado del lugar de los hechos y se los llevó, desatando una búsqueda frenética en la que cada minuto cuenta.
Ante la gravedad de la situación, la Fiscalía General del Estado, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública han unido fuerzas en un operativo conjunto sin precedentes.
Se han desplegado equipos especializados en la región de Centla y sus alrededores, trabajando incansablemente para localizar al sospechoso y, lo más importante, rescatar a los menores sanos y salvos.
La coordinación entre las instancias estatales y federales es fundamental en este momento crítico.
Las autoridades han emitido alertas y han solicitado la colaboración de la ciudadanía, subrayando que la vida de los seis menores está en riesgo.
Este suceso no solo es un acto de violencia, sino una emergencia humanitaria que ha movilizado a todo el aparato de seguridad en el estado, con la firme esperanza de que esta trágica historia tenga un final esperanzador.
 
                             
                                         
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                             
                            