La Fiscalía General de la República (FGR) investiga a nueve altos funcionarios, entre ellos el titular de la Agencia de Investigación Criminal, Felipe de Jesús Gallo Gutiérrez; el jefe de la Unidad de Asuntos Policiales Internacionales e Interpol México, Jorge Domínguez Martínez Vertiz (“El Tiburón”); y la titular de la Fiscalía Especializada en Asuntos Internos, Adriana Campos López, por su posible vínculo con la desaparición de 900 kilogramos de droga que estaban destinados a ser incinerados.
En lugar de destruirse, la sustancia habría sido entregada a integrantes del crimen organizado.
La investigación surge después de que Arturo Serrano Meneses, entonces titular del Órgano Interno de Control (OIC) de la FGR, fuera destituido y detenido por presuntos delitos contra la administración de justicia, tráfico de influencias y omisiones graves, relacionados con el caso.
“La investigación interna plantea que una droga destinada a ser incinerada fue entregada a personas con vínculos criminales.”
También han sido investigados Carlos Enrique Rascón Yrízar, responsable del Área de Responsabilidades, y Sergio Agustín Taboada Cortina, entre otros.
Según información de inteligencia dentro de la FGR, la sustancia catalogada como droga habría sido sustituida por otra, mientras que los 900 kilogramos originales habrían sido desviados hacia grupos criminales.