La Fuente Maya de la ciudad de Villahermosa

Vhsa. Tab., 18 de diciembre de 2021.- Las fuentes han sido construidas a lo largo de la historia de la humanidad, desde la antigua Grecia, Mesopotamia y Roma. Las hay muy famosas como la de Trevi una de las mayores fuentes monumentales del Barroco en Roma, la de Cibeles de la capital española en Madrid, o la del Salto del Agua en la capital de la República Mexicana, que inicialmente sirvieron para dotar de agua al grueso de la población de esas ciudades, y posteriormente como símbolos estéticos. Aquí en Villahermosa, la Fuente Maya es una de las 10 con flujo de agua que aquí existen (las otras son: los Niños Traviesos, la Diana Cazadora, los Pescadores, La Choca, el Neptuno, el Cayuco, la del Chorro, la de la Corregidora y la de Plaza de Armas), aunque desde hace tiempo, ni agua tiene. Esta se localiza en el cruce de las avenidas Paseo de la Sierra, Paseo Usumacinta y Quintín Arauz Carrillo de la Col. 1º de Mayo, en el Sur de la ciudad, a 1.5 Km al SW del Centro Histórico de la ciudad.
La Fuente Maya originalmente se llamó Fuente de las Culturas, y fue diseñada en 1961 por los arquitectos Víctor Pastrana Mondragón y Ventura Marín Azcuaga. Se trataba de una plazoleta que originalmente era de forma elíptica, de 80 m de eje mayor y 40 de eje menor, orientada NW-SE, en el que en uno de sus focos se ubica una fuente circular de 13 m de diámetro. Recientemente (?) fue remodelada para dar más espacio a las avenidas mencionadas, y ahora es de forma casi circular.
Los materiales con los que son regularmente construidas las fuentes, varia con relación a los materiales pétreos locales (mármol, bronce, granito, alabastro, cantera, etc.). En el caso de la Fuente Maya, se caracteriza en su construcción por haberse empleado fragmentos rectangulares de coladas de basaltos de lava tipo Pahoehoe o cordada (poco empleados en las fuentes comunes), características de las erupciones volcánicas de lavas basálticas o básicas densas (del tipo de los volcanes Cerro Viejo de España y del Kilauea de Hawái, actualmente en actividad, donde la lavas viscosas descienden del volcán lentamente, como orugas de tanque), originadas de cámaras magmáticas profundas. Estos materiales se trajeron exprofeso aquí del área del volcán Xitle (del náhuatl que significa ombligo), localizado al Sur de Valle de México.
Este volcán se encuentra en las faldas del Ajusco, a 23.5 Km al SW del Centro Histórico de Cd. de Mex., y forma parte del Eje Neovolcánico en el área del Pedregal de San Ángel y Cd. Universitaria, y representa el frente volcánico del Eje mencionado, donde esta zona se encuentra entre el drenaje continental, que es línea divisoria que separa la Cuenca de México, y las de los valles de Cuernavaca y Cuautla. El Xitle es un volcán tipo monogenético, es decir formado de un solo tipo de material, que según algunos autores hizo erupción en el año 76 d.C. (casi al mismo tiempo de la erupción del Monte Vesubio de Italia, que afecto a Pompeya en el año 79 d.C.), cubriendo un área de más de 2,500 Km2.
Tiene forma cónica de base circular de 250 m de diámetro, con una altura de 3,937 m.s.n.m., y tiene un cráter de 50 m de profundidad. En el área donde se localiza este volcán, existen otras 13 bocas volcánicas: Cerro Cuatzontle o Conejo, Cerro Malinale, Cerro Olican, Cerro Mezontepec, Cerro de los Cerritos, Cerro de las Minas, Cerro Malacatepec, Cerro el vigilante, Cerro Oyameyo, Cerro Mechacatepec, Cerro Pelado, Cerro el Guarda y Cerro Chichinautzin.
El área fue asiento del área arqueológica de Cuicuilco (del náhuatl: lugar donde se hacen cantos y danzas), una de las ciudades Estado más refinadas del clásico mesoamericano, que fue cubierta y destrozada por la erupción del Xitle. Actualmente existe ahí un asentamiento circular contemporáneo llamado Pirámide de Cuicuilco, dentro del parque ecológico Cuicuilco, y ahí se ubica la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
La Fuente Maya, representa según las palabras de Ventura Marín, un recordatorio de nuestros orígenes: el agua como un elemento vital que recorre la historia de Mesoamérica hasta llegar a un remanso de quietud en nuestros días.
Parte del conjunto, contiene piezas escultóricas que representaron un gran reto para los constructores locales, debido a que en Tabasco no se cuenta con maestros canteros que hicieran las reproducciones de las 4 piezas escultóricas arqueológicas expuestas, 3 colocadas en la periferia interna de la fuente: un mascaron representando al Dios Chac (Dios del agua y de la lluvia) de Uxmal, un bajo relieve del Tablero de la entronación de Palenque, el fragmento izquierdo del Tablero de los esclavos de Palenque (que aquí aparece como Estela), y la 4ª en el exterior de la fuente que corresponde a una réplica de una de las columnas de la entrada del Templo de los Guerreros de Chichen-Itzá (Quetzalcóatl: serpiente emplumada), necesarias para ambientar a la fuente, en el contexto del Clásico del Mundo Maya (200 a.C. al 900 d.C.), donde Tabasco se incluye.
Estos retos técnicos se pudieron realizar, al decidirse utilizar la mano de obra local para llevar a cabo la labor de construir moldes de madera para vaciar concreto coloreado y así poder presentar una copia fiel de elementos escultóricos de las culturas mesoamericanas.
En mobiliario urbano que complementa a la fuente lo componen materiales resistentes a la intemperie como: pisos de concreto, con pequeños cantos rodados incrustados, bancas de granito (vaciado de pequeñas piezas de granito a una base de concreto), maceteros de fibra de vidrio (ya desaparecidos). La jardinería ha cambiado de forma y tamaño, pero en esencia es la misma.
Actualmente es uno de los pocos hitos urbanos de releva replica de una columna del Templo de los Guerreros de Chichen-Itzá, ubicada en el extremo Norte del área, que representa el elemento escultórico más relevante del conjunto.
No cabe duda que cada ciudad tiene sus sorpresas, que muchos ni las conocen. Poco a poco iremos desentrañando muchas más de estas.