Se entiende que utilice esa narrativa para golpear al llamado “Gobierno del Pueblo” en un intento por atraer clientela electoral ahora que son partido político local, pues en el ámbito nacional perdieron el registro por haber traicionado los ideales de la izquierda y vendido a los gobiernos neoliberales.
Cuando era un verdadero partido de oposición y contaban con el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, llegaron a tener la mayoría del Congreso y de las presidencias municipales, y además la gubernatura.
¿Y qué pasó? Han perdido todo por malos gobiernos, por convertir la política en negocio particular, por amafiarse con el PRIAN y venderse a gobiernos priistas, por pleitos y ambiciones de poder entre facciones internas y por la actitud caciquil de quienes llevaron al PRD a su extinción.
Sus dirigentes nacionales y estatales sumieron al sol azteca en la corrupción, dejaron de encabezar las demandas y luchas populares para no perder privilegios y prebendas que les otorgaba el PRIAN a cambio de actuar como comparsa.
Eso ha pasado no solo en Tabasco sino en más 19 estados del país. Llegaron a gobernar Michoacán, Guerrero, Morelos, Zacatecas, Tlaxcala, Baja California Sur, el Distrito Federal (ahora Ciudad de México) y Tabasco.
Hoy no conservan ningún estado y pocas presidencias municipales mantiene en su poder. Aquí en Tabasco perdieron la única alcaldía con la que contaban antes de las elecciones generales de junio de 2024: Paraíso.
Aquí llegó a tener la mayoría del Congreso en gobiernos priistas y cuando el PRD gobernaba el estado ¿Y qué pasó en todo ese tiempo? Nada digno de resaltar. Ahora quieren sorprender la buena fe de los tabasqueños ostentándose como los salvadores de Tabasco cuando como gobierno han sido un fiasco.
La narrativa que utiliza su actual dirigente, Rafael Acosta León, es la misma que a lo largo de seis años se cansaron de repetir los dirigentes nacionales del PRI y del PAN de que el expresidente López Obrador estaba “destruyendo el país”, que México se hallaba al borde del precipicio, que hundía la economía y no sé que males más.
Vivían en su realidad virtual donde los buenos eran ellos y todo lo malo lo encarnaba el político tabasqueño. Los indicadores decían otra cosa muy distinta de lo que pregonaban Marko Cortés y “Alito” Moreno.
Así pasa con Acosta León. Habla de “fracaso” de un gobierno que no tiene ni seis meses en funciones y que en ese lapso ha hecho mucho más de lo que hicieron sus antecesores en ese mismo periodo.
Como alcalde de Cárdenas y diputado local, dejó mucho que desear, tanto que le reprobaron su cuenta pública de 2018, razón por la cual ha enfrentado problemas legales con el OSFE.
¿Cómo pueden plantear con seriedad un proyecto alternativo “para el rescate” de Tabasco si han sido un rotundo fracaso como gobierno en el estado y sus municipios? Es pura demagogia, jarabe de pico.
Un discurso que busca atraer clientela electoral porque el PRD está muy disminuido políticamente con tantas desbandadas que ha sufrido desde que perdieron el registro nacional como partido político.
Antes se podía engañar al pueblo con discursos como este. Hoy es más complicado hacer, porque hay una sociedad cada vez más y mejor informada.
El PRD-Tabasco tiene ante sí un difícil reto de cara al futuro: reorganizarse para enfrentar las elecciones intermedias de 2027 como un partido cohesionado y competitivo, pero si siguen comportándose del mismo modo están condenados, ellos sí, al fracaso y a la pérdida de su registro en la entidad.
En las últimas tres elecciones, su votación se ha visto reducida y si bien en la más reciente no corrió el riesgo de perder el registro sí sufrió una merma considerable de votos, de modo que dentro de tres años enfrentará una dura prueba de fuego de la que no saldrá victorioso si siguen con su falsa narrativa de que en Tabasco la 4T ha fracasado.