Sobre el diputado federal pesa una acusación por el presunto delito de intento de violación, además de enriquecimiento ilícito y desvío de recursos públicos. La presunta víctima es una prima suya. El fuero que conserva la permite poder acudir a los tribunales a defenderse con la seguridad de que no podrá ser detenido.
Si se dice inocente de ese delito que, asegura, le fabricó el exfiscal de Morelos, Uriel Carmona, el mismo que encubrió un feminicidio y otros casos de corrupción cometidos en el gobierno de Graco Ramírez, hubiera pedido licencia para demostrar su inocencia. El que nada debe, nada teme, dice el dicho.
No lo hizo y eso deja abierta cualquier interpretación que se le pueda dar al caso. No se entiende cómo Morena siendo un partido de izquierda que promueve la lucha feminista, haya defendido a un legislador acusado de presuntamente violar a una mujer, pariente suya.
EL OTRO TEMO
El partido-movimiento fundado por AMLO no puede defender lo indefendible. Tampoco actuar como lo hacía el PRI, que ha protegido a violadores y lenones. Es el caso de otro Cuauhtémoc, pero este de apellidos Gutiérrez de la Torre, exlíder del PRI en la Ciudad de México, a quien le imputaron cargos por trata de personas en las modalidades de explotación sexual agravada y publicidad engañosa, ambas en grado de tentativa.
Inexplicablemente, el Juez Décimo Séptimo de la capital del país decretó su libertad por “desvanecimiento de pruebas” cuando se contaba con todos los indicios y elementos para acreditar su culpabilidad.
Este caso salió a la luz pública, cuando el equipo de trabajo de Carmen Aristegui le tendió un cuatro para poder probar que Gutiérrez de la Torre operaba una red de explotación sexual aprovechándose de su cargo partidista.
Fue un trabajo periodístico impecable que, desafortunadamente, por las influencias y la corrupción del Poder Judicial, no tuvo consecuencias para el presunto responsable y salió libre de cargos.
A Cuauhtémoc Blanco lo protegieron 291 diputados que votaron a favor de que no perdiera el fuero, 158 lo hicieron en contra y 12 se abstuvieron. Hubo mujeres de Morena y del Partido del Trabajo, uno de sus aliados legislativos, que no acataron la línea y se fueron por la libre. Votaron en contra en congruencia con los principios de Morena.
Genera muchas suspicacias que el PRI se haya prestado a salvar el fuero del exmandatario de Morelos, porque ese partido no da paso sin guarache, como se dice. No hay que olvidar que el dirigente nacional priista, Alejandro Moreno Cárdenas, también enfrenta una solicitud de desafuero por enriquecimiento ilícito y peculado.
ALITO, PERO OTRO MORENO
No resultaría nada extraño que cuando este asunto llegue al pleno la historia se repita, que no proceda el desafuero a pesar de que se tiene acreditado que ”Alito” utilizó el presupuesto de Campeche como si fuera su caja chica para comprarse muchos bienes inmuebles y darse la buena vida con el dinero público.
No es un asunto menor, sino un caso de corrupción escandaloso, como lo ha sido su gestión al frente de la dirigencia nacional del PRI. Se sabe que, para cubrir las muchas transas que hizo cuando fue gobernador de Campeche, utilizó empresas fachada, algunas de las cuales, casualmente, fueron registradas aquí en Tabasco y quién dio fe pública de la constitución de esas sociedades mercantiles fue nada menos y nada más que la Notaría N.27 ¿Les suena ese número? De esta historia hablaremos después.
Colectivos y organizaciones feministas y de defensa de las mujeres han expresado su rechazo a lo sucedido en el Congreso. Figuras nacionales igual han patentizado su repudio y no dan crédito de que el principio de no mentir y no traicionar, haya sido pisoteado de esta fea manera.
Como era de esperarse, el asunto fue pregunta obligada en la conferencia matutina de este miércoles y la presidenta tuvo que apechugar. Negó que el voto a favor del PRI signifique que haya una alianza con ese partido. “Imagínense lo que diría el pueblo”, señaló la mandataria.
Le regresó la pelota al Congreso al decir que es un tema que le concierne a ese Poder. Como quiera que sea, el daño ya está hecho y los vaticinios se han ido cumpliendo más temprano que tarde: Morena corre el riesgo de ser descomponerse más rápido que el PRI. Está a tiempo de corregir.
La carta de despedida de López Obrador cada día cobra más relevancia, porque justamente se está haciendo todo lo contrario de lo que él recomendó que no se hiciera para que el movimiento siga siendo la esperanza de México.