• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 25 de Septiembre de 2025

Los de abajo

Manuel Andrade, un mal político un padre desobligado
 

Se niega a practicarse una prueba de ADN en el juicio de reconocimiento de paternidad
 

Fue promovido por un joven que asegura ser su hijo y al que le ha negado manutención durante 24 años

Publicado el:

Alejandro Hernández


Ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. El exgobernador Manuel Andrade Díaz es un recalcitrante crítico de la 4T. No hay día que no lance ataques, ya sea a la presidenta, al gobernador, a López Obrador o a sus hijos. Investido de una autoridad moral de la que adolece, hace señalamientos de todo tipo en contra de los gobernantes o figuras políticas.
 

Está en todo su derecho en cuestionar, criticar, inclusive en calumniar. Eso prueba que en los gobiernos de izquierda a nadie se censura o se amordaza. Preferible los excesos a coartar la libertad de expresión de los críticos de café a pesar de que rebasen los límites.
 

En sus acostumbrados videos que sube a sus redes sociales, en los que supuestamente hace un análisis sesudo sobre determinados temas nacionales o estatales, se presenta como el paladín de la justicia, como la voz autorizada para opinar de esto o de aquello.
 

Andrade Díaz no es ningún justiciero. Por lo contrario, le huye a la justicia cuando esta lo requiere para demostrar si es o no padre de un joven al que durante 24 años le ha negado el derecho a reconocerlo como su hijo.
 

Esa historia todo el mundo la conoce. En los tiempos en que era el presidente de la entonces Gran Comisión del Congreso, y se mencionaba que podría ser el candidato de Madrazo a la gubernatura, en franca traición a quién lo cobijó, Arturo Núñez, tenía como una de sus principales colaboradoras a una muchacha oriunda de Jalapa.
 

Esa mujer jugó un papel determinante al grado de que dejó de ser una relación estrictamente laboral para convertirse en una más íntima. Ya sabemos qué pasó en el proceso interno del PRI para definir candidato a la gubernatura. Madrazo lo impuso, ganó la elección con trampas y el entonces TRIFE anuló su triunfo y ordenó repetir el proceso.
 

Repitió la dosis a Ojeda, quien cantó victoria antes de tiempo y ni siquiera se dio cuenta cuando el gordito le pasó por encima otra vez. Por eso fue gobernador durante cinco años, lapso en el que se dio la buena vida en todos los sentidos.
 

En el 2001 nació el joven que ahora le exige lo reconozca como su hijo. Su madre lo intentó por todos los medios que eso sucediera. No lo logró. Ni porque hizo pública una carta en la que le reprochaban que después de haber todo por él le pagó de esa manera.
 

Eso no extraña. Así es Manuel Andrade, un machista y misógino, un tipo que no reconoce los hijos procreados fuera del matrimonio. Los únicos hijos que reconoce son lo que tiene con Pola, su esposa, que le ha soportado sus infidelidad y borracheras, como aquella vez que estuvo a punto de ser linchado en la colonia Miguel Hidalgo por provocar un accidente de tránsito y tuvo que intervenir el “Comandante H” y prófugo de la justicia, para que no lo apaleara la muchedumbre enardecida.
 

PADRES DESOBLIGADOS
 

En el Juzgado Tercero Civil se lleva el juicio de reconocimiento de paternidad, bajo el expediente 737/2024. En órgano jurisdiccional se le impuso una pensión de 50 mil pesos que deberá entregar al joven que alega que es su hijo.
 

El viernes debió comparecer el exgobernador ante el juzgado para que se determine cuándo se tiene que hacer la prueba de ADN a fin de aclarar si es o no el padre del joven que dice ser su hijo. Es la tercera citación. A las dos anteriores no compareció. Es decir, se ha negado practicarse esa prueba.
 

Si como asegura que el joven de 24 años no es su hijo, pues qué mejor que hacerse la prueba para dejar claro que no es su padre. Sin embargo, su reiterada negativa demuestra lo contrario, que es muy probable que sí lo sea y de resultar cierto, tendrá que indemnizar al muchacho por todos los años que le negó la manutención.
 

Esta situación lo coloca como un padre desobligado a los que la ley denomina deudores alimentarios, que abandonan a sus hijos y se olvidan de ellos de cubrir todas sus necesidades y estudios.
 

Como gobernador, cometió todo tipo de excesos. Uno de esos excesos fueron las mujeres. Solo que este caso que nos ocupa se dio antes de que fuera gobernante. Ha aprovechado sus influencias para rehuir a sus responsabilidades.
 

Ya no tiene escapatoria. Tendrá que afrontar como hombre, si es que en algún momento de su vida lo ha sido. El joven promovió el juicio por dos razones: que reconozca Andrade su paternidad y para que le otorgue la pensión que durante 24 años le ha negado.
 

La demanda fue presentada en 2024, pero como el año pasado Enrique Priego Oropeza todavía era el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, está no prosperó en ese tiempo. Tras la salida de Priego, no tuvo más remedio que contestar la demanda en marzo pasado.
 

No obstante, se ha negado sistemáticamente a practicarse la prueba de ADN como se ha solicitado en el juicio de reconocimiento de paternidad. Lo citaron en junio y no se presentó. En julio tampoco lo hizo.
 

Ha quedado exhibido como lo que es: un personaje irresponsable. Candil de la calle, oscuridad de su casa.