A pesar de que los detractores de este gobierno sigan machacando que Tabasco vive sumido en la inseguridad, que las ejecuciones no tienen fin y que nadie está a salvo una vez que entra la noche, narrativa que reproducen los medios afines, la estrategia de seguridad le ha dado otro rostro muy distinto al estado.
Atrás quedó la espiral de violencia que desataron los grupos delincuenciales que se disputaban la plaza tras la caída del “Comandante H”, derivada de la ruptura al interior de la organización criminal “La Barredora”, en diciembre de 2023, y que marcó el principio del fin del exsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, actualmente prófugo de la justicia.
El martes pasado, el comandante de la 30 Zona Militar, Miguel Ángel López Martínez, dio a conocer el informe de seguridad en el que se destaca que, en lo que va del año, han sido detenidos mil 544 generadores de violencia en la entidad, una cifra sin precedentes.
Esa cantidad de capturas es 337.39% por ciento mayor que la registrada en el mismo periodo de 2024. Y si nos vamos atrás, la diferencia es abismal. En ese tiempo no se combatía a la delincuencia; los responsables de enfrentarla, según las autoridades, eran parte de ella, se dedicaban a delinquir con charola de policía.
En los tiempos de Hernán Bermúdez Requena no se combatía al crimen; se simulaba que lo hacían o bien atacaban a las bandas contrarias y rivales de “La Barredora”. Todo a los ojos de las autoridades del estado, que nada vieron, nada supieron, nada escucharon de las andanzas el exjefe policiaco y líder criminal.
Este contraste, entre lo que hay se hace en materia de seguridad con lo que se dejó de hacer en el sexenio pasado, es más que evidente. Hoy no se simula ni se pacta con delincuentes. Lo han repetido varias veces las autoridades para que no se les olvide a los detractores ni a los resentidos, que ahora el que la hace, la paga.
En agosto, las fuerzas federales y estatales detuvieron a 106 personas por delitos de alto impacto. Las autoridades los consideraban objetivos prioritarios. Son presuntos responsables de extorsión, homicidio, secuestro y narcomenudeo. Entre los detenidos figuran varias mujeres.
En ese mes, hubo 3.5 aprehensiones diarias en promedio. 1.4 armas puestas a disposición de las autoridades competentes, 5 células delictivas fueron desarticuladas y relacionadas con extorsión, secuestro, homicidio y narcomenudeo, y se cumplimentaron 183 mandatos judiciales.
Se incrementó también la efectividad en la ejecución de órdenes de investigación y el aseguramiento de hidrocarburo ilícito, drogas, armas y vehículos con reporte de robo.
A principios de este mes, entre el 5 y 7 de septiembre, la FIRT Olmeca catearon dos inmuebles en el municipio de Comalcalco donde aseguraron un millón 290 mil 440 litros de combustible robado. Los operativos se realizaron en la colonia Independencia y en la ranchería Occidente.
En el primer sitio decomisaron 311 mil 240 litros de huachicol y en el segundo, 979 mil 200 litros de hidrocarburo ilegal, además de vehículos, contenedores y todos los implementos que se utilizan para el almacenamiento y traslado del huachicol.
De enero a agosto del presente año, el decomiso de huachicol se incrementó mil 141.52% comparado en el mismo lapso de 2024. Se han recuperado 200 millones de pesos.
DE SUPER POLICÍA A SUPER DELINCUENTE
Ayer en este espacio dimos cuenta de que Bermúdez Requena, en lugar de combatir el robo de hidrocarburo, una de las prioridades del gobierno federal, era el principal líder huachicol, según el reporte difundido por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, basado en informes de inteligencia militar.
Según ellos, aquí no pasaba nada, el super policía que presumían tener en el sexenio pasado era implacable con los delincuentes. Hasta reconocimientos le dieron. Hoy esos organismos empresariales que lo reconocieron quisieran borrar todo vestigio para no ser salpicados ni señalados de cómplices del llamado “Comandante H”.
Hoy se reconoce el esfuerzo por pacificar al estado, con base a cifras reales no inventadas o maquilladas como se hacía en los gobiernos de Adán Augusto y del capitán Merino.
“El compromiso es que no haya impunidad y quien cometa un ilícito sea perseguido y consignado ante las autoridades correspondientes”, dijo el comandante de la 30 Zona Militar. Se ha cumplido al pie de la letra.
Tan no hay impunidad que por eso el decomiso de droga se incrementó 824.50% en el periodo enero-agosto; 80.30% el de vehículos asegurados y 94.52% el número de armas decomisadas.
Y aun así adversarios políticos y detractores del gobierno insisten en su narrativa de que estamos sumidos en la inseguridad. La gente ahora tiene más confianza para salir a las calles. La vida nocturna se ha retomado con normalidad. A nadie espantan ya con el cuento del terror.