Ciudad de México, 7 de junio de 2025.- La ruptura entre Elon Musk y Donald Trump este 5-7 de junio marca el fin de una alianza que comenzó en julio de 2024. Musk, quien invirtió entre 270 y 290 millones de dólares en la campaña republicana a través de su comité America PAC, incluso donó cheques de hasta 1?mdd durante mítines en estados clave.
Trump recompensó su apoyo nombrando a Musk en el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), donde lideró recortes presupuestarios. Sin embargo, su gestión no cumplió las expectativas; en lugar de trillones, solo eliminó unos 8.6?mmd, equivalente al 0.1?% del presupuesto federal.
El quiebre ocurrió cuando Musk calificó el proyecto fiscal de Trump como una “abominación repugnante” y advirtió que dos caras no se combinan en una medida de gasto de ese tamaño. A esto siguió un tuit en X acusando a Trump de aparecer en archivos de Jeffrey Epstein, aunque sin presentar pruebas.
La reacción de Trump no se hizo esperar. En una entrevista con NBC, dijo que la relación con Musk había terminado y advirtió que enfrentaría “consecuencias muy graves” si apoyaba financieramente a candidatos demócratas o retiraba contratos gubernamentales a Tesla, SpaceX o Starlink.
Esta disputa ha tenido efectos inmediatos: las acciones de Tesla cayeron alrededor de un 14?% durante la semana, lo que se traduce en pérdidas millonarias para Musk.
Aunque ambas partes han borrado ciertos mensajes hostiles, la tensión continúa. Musk ha deslizado la idea de crear un tercer partido político y advierte que Trump podría impulsar una recesión futura con sus políticas; Trump, por su parte, no busca reconciliación y anuncia que “no hablará con Musk de nuevo”.