El dato cualitativo que pretendo rescatar, es el que tiene que ver con la cobertura de la información relacionada a las actividades del gobierno del Estado y municipios. Es decir; el despliegue que reporteros y fotógrafos realizan a partir de las conferencias del pueblo celebradas en palacio de gobierno; y de momentos y sucesos extraordinarios que requiere informarse de manera urgente a la ciudadanía.
Periódicos, radiodifusoras y TV tradicionales pelean por mantenerse sin los recursos que acostumbraban recibir luego de las firmas anuales de contratos millonarios. Cambio que ciertamente ocurre con la disminución de presupuesto; pero también con la creación de nuevos mecanismos de divulgación de la información gubernamental, y el GIGANTESCO avance y capacidad de redes sociales para enviar y publicar videos en plataformas digitales de forma inmediata.
Sobrevive Televisión Tabasqueña de Tabasco (TVT), Radio Universidad de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT- desconocida y sin audiencia por la ciudadanía), como medios públicos con funciones muy específicas y con cargo al erario.
A estas alturas, habrá compañeros que se mantienen firmes en su equivocada creencia que es la 4T la responsable del descalabro de sus fuentes de ingresos; e incluso, hay funcionarios en la 4T que alimentan el mal momento que viven los compañeros, sin explicar el entorno dinámico y cambiante, no solo del país, sino del mundo entero.
Éste, del tránsito del modelo neoliberal (que privilegiaba el uso de recursos públicos para difundir atributos de poder de personas y grupos desde los medios); hacia la responsabilidad y el compromiso con la ciudadanía en dotarla de información de lo que se hace en su beneficio… sin descartar, la posibilidad de criticar o analizar situaciones que coadyuven a mejorar programas de gobierno.
Es del conocimiento de todos, que se cerró la llave del presupuesto al despilfarro y al gasto inútil, para encausar los recursos a aquellos programas de beneficio, rentabilidad social y ciudadana. Advirtiendo que tampoco se debe apostar a la “desaparición” de los medios, toda vez que son necesarios como aliados en estrategias de información pública y política.
Duras y cuestionables resultan aquellos medios que al no recibir los pagos acostumbrados por publicidad de gobierno, se dedican a “desinformar”, participando en lamentables campañas veladas haciendo apología de la inseguridad.
Otros periodistas de la vieja guardia decidieron no escribir más, o dedicarse a otras actividades profesionales. Hay otro tanto, que tienen otros ingresos…
Pero… en mi opinión, los medios tradicionales que entiendan los cambios, y asuman el reto de transformarse en este lapso de tránsito del modelo neoliberal hacia el Plan México, serán testigos y formarán parte del reto que asume el actual gobierno en el intento de industrializar y desarrollar al país.