El caso más crítico es el del Partido Acción Nacional (PAN), que apenas cuenta con 277 mil 665 afiliados, superando por poco el mínimo legal de 246 mil 270 militantes exigido por el INE.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), aunque con mejores cifras que el PAN, también se encuentra muy por debajo de sus mejores tiempos. Actualmente cuenta con 1.4 millones de afiliados, su nivel más bajo desde que se tiene registro. Esto contrasta con los 7.5 millones que llegó a reunir tras su victoria electoral en 2012.
En contraste, el partido oficialista Morena, liderado por Luisa María Alcalde, reportó un crecimiento significativo al alcanzar 4.5 millones de afiliados, consolidando su dominio en el escenario político mexicano. Incluso sus partidos aliados cuentan con mayores cifras que el PAN: el Partido del Trabajo (PT) con 457 mil militantes y el Partido Verde con 592 mil, duplicando prácticamente al blanquiazul.
A pesar de que Jorge Romero, dirigente nacional del PAN, anunció una ambiciosa campaña de afiliación para inicios de 2025, en los primeros cuatro meses del año no se ha visto reflejada ninguna acción concreta. Ni en sus redes sociales ni en los comunicados institucionales se ha mencionado progreso alguno.
En el PRI, aunque también han perdido figuras que ahora militan en Morena o se alejaron por diferencias con su líder Alejandro Moreno, el partido ha mantenido una estrategia más activa de captación con campañas en redes sociales, espectaculares y eventos públicos.
La constante baja de militantes de los partidos de oposición no solo refleja una grave pérdida de simpatía, sino que también resulta simbólicamente baja si se compara con eventos culturales o de entretenimiento.
Por ejemplo, los cinco conciertos de Shakira en la Ciudad de México lograron convocar a 300 mil personas, superando el total de la militancia panista. Si se considera toda su gira por el país, se estima que 842 mil asistentes acudieron a sus conciertos, es decir, tres veces el padrón del PAN.
Una comparación para ilustrar la pérdida de militantes del tricolor es la representación anual de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, realizada este año en el Parque Jardín Cuitláhuac, congregó a 1.5 millones de fieles, superando también el padrón actual del PRI.