A pesar de los traslados masivos al nuevo Centro de Reinserción Social (CERESO) Huimanguillo, las autoridades penitenciarias de Tabasco continúan enfrentando un problema persistente: la incautación de artículos prohibidos. Este problema afecta especialmente al Centro de Reinserción Social de Tabasco (CREST), que ha sido el principal foco de decomisos.
La creación y habilitación del nuevo penal en Huimanguillo se planteó como una solución clave para descongestionar las cárceles superpobladas, incluyendo el CREST. Sin embargo, los decomisos no han cesado, lo que sugiere que las fallas en los mecanismos de control y seguridad persisten.
“Persisten decomisos de objetos prohibidos aun después de que internos han sido trasladados al nuevo penal de Huimanguillo.”
Una muestra reciente de esta problemática se dio durante el traslado de siete reclusos al CERESO Huimanguillo, a quienes se les encontró y aseguró equipo utilizado para extorsión. Esta situación revela que los reclusos no solo continúan accediendo a objetos ilícitos, sino que también pueden llevarlos consigo durante los traslados.
Las autoridades tienen un reto considerable por delante. Es crucial que refuercen los filtros de seguridad, revisen los procedimientos de ingreso y traslado de los internos y mejoren la supervisión interna para detener la entrada y ocultamiento de estos objetos no permitidos dentro del sistema penitenciario del estado.
 
                             
                                         
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                             
                            