De acuerdo el INEGI, los indicadores de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) señalaron que en agosto de 2024 se contabilizaron 61.6 millones de personas de 15 años y más que se encuentran dentro de la Población Económicamente Activa, de los cuales el 46% son mujeres. De los cuales, las mujeres ocupadas incrementaron hasta llegar a los 24.4 millones.
Por otro lado, la participación de las mujeres como líderes de los sindicatos ha aumentado, según Alfredo Domínguez Marrufo, director general del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral. Datos de la RMS señalaron que, en 2019, las secretarías sindicales que fueron ocupadas por ellas alcanzaron el 13.43%.
Asimismo, solo 12 mil 500 mujeres de 3 mil 400 sindicatos con contratos colectivos ocuparon una cartera, es decir un puesto en la toma de decisiones en organizaciones sindicales. La participación de las mujeres dentro de los sindicatos y en la toma de decisiones es fundamental
Según el informe ‘La participación de las mujeres en el ámbito sindical’ de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), históricamente ellas fueron excluidas de la toma de decisiones sindicales, aunque participaron en los sindicatos desde su creación. Además, la organización sindical se construyó a partir de una identidad colectiva masculina que contrapuso la lucha de clase a la igualdad de género.
Para la Comisión Interamericana de Mujeres, la tasa mundial de afiliación de mujeres en los sindicatos alcanzó el 42% en los últimos 40 años gracias a la lucha de las trabajadoras. A pesar de formar parte de estas organizaciones, ellas aún se enfrentan a discriminación por razones de género, ya que se concibe a la mujer en una posición de subordinación y no de mando.
LA REALIDAD DE LAS MEXICANAS TRABAJADORAS
“Los resultados del análisis no son meras estadísticas o datos aislados, sino un reflejo de las vivencias, percepciones y necesidades de las participantes” estableció la RMS. Como parte del proyecto ‘Mejorar la igualdad sustantiva de género en el lugar de trabajo en México (GEM)’, la RMS realizó un análisis para acercarse a la realidad de las mujeres trabajadoras y conocer sus experiencias, dificultades y obstáculos para lograr la igualdad sustantiva.
PARTICIPACIÓN SINDICAL Y LIDERAZGO
Aunque en las cuatro regiones analizadas se encontró un aumento en la participación activa dentro de los procesos sindicales como el voto libre, secreto y personal, el informe concluyó que esta participación no se traduce a un acceso igualitario en la toma de decisiones o en cargos de poder. La mayoría de los cargos directivos continúan siendo ocupados por hombres lo que perpetúa la imposibilidad de romper las brechas.
En regiones como Tlaxcala y Ciudad de México se encontró que incluso cuando las mujeres participan en las negociaciones sindicales, encuentran resistencias que limitan su influencia. De esta manera, se pone en duda su capacidad para ser lideresas reflejando un sesgo institucional de género. Por lo que se necesitan crear modelos inclusivos.
VIOLENCIA DE GÉNERO Y DISCRIMINACIÓN
Estas problemáticas fueron encontradas de manera generalizada dentro de los sindicatos y lugares de trabajo. En Guadalajara esta situación se encontró en el 37% de las encuestadas y en Ciudad de México en el 24%. De igual manera se identificaron casos de discriminación por embarazo, aspecto físico y por los cuidados familiares.
EQUILIBRIO ENTRE LA VIDA LABORAL Y PERSONAL
Para las mujeres encuestadas, la falta de equilibrio entre la vida laboral y su participación en los sindicatos es una barrera más a la que se enfrentan incluso si quieren acceder a un rol de poder. Este problema se encontró principalmente en Tlaxcala, ya que los testimonios comentaron que las tareas de cuidado recaen en ellas.
Ante este panorama, las trabajadoras solicitaron mejores condiciones laborales como horarios flexibles, permisos para atender responsabilidades familiares, y apoyo de los sindicatos y de sus centros laborales.
CAPACITACIÓN Y EMPODERAMIENTO
La falta de capacitación y empoderamiento sindical es una preocupación constante. A pesar de que muchas mujeres expresaron su deseo de asumir roles de liderazgo, mencionaron que hay una ausencia de talleres y capacitaciones específicas que limitan su participación sindical.