A pesar de la creciente presión internacional, especialmente de países como EE.UU., Brasil y China, Putin ha decidido enviar una delegación de nivel inferior encabezada por Vladímir Medinski, asesor cultural sin peso político significativo. Esta decisión reduce drásticamente las expectativas de lograr un alto el fuego de 30 días propuesto por Zelenski como primer paso hacia la paz.
La participación ucraniana en las negociaciones ahora está en duda, ya que Zelenski había condicionado su asistencia a un encuentro directo con Putin. También se confirma que el presidente estadounidense, Donald Trump, no acudirá a Estambul, aunque enviará representantes diplomáticos.
El contexto está marcado por nuevas sanciones de la Unión Europea contra Rusia y un ambiente diplomático tenso. La cumbre, que podría haber marcado un momento crucial para el inicio de negociaciones significativas, se ve debilitada por las ausencias clave de líderes y la falta de acuerdo sobre condiciones mínimas.
“El nivel de la delegación de los rusos no lo conozco aún oficialmente, pero por lo que vemos, parece una farsa”, afirmó el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.