Un caso insólito acaba de registrarse.
Ante la prolongación y mayor agresividad de la crisis, formulan propuestas que son descaradas pruebas de su insolente prepotencia.
Dominique Strauss-Kahn, director del Fondo Monetario Internacional y sus congéneres, en la reciente reunión realizada en Washington, afirmaron:
“Vienen tiempos difíciles. Se elevará el desempleo y la recuperación se revelará “frágil”…la recuperación de la economía después de la caída de 2009 no es clara…-es necesario- “balancear” el patrón de crecimiento, centrado hoy más en los países llamados “emergentes” que en las naciones avanzadas.
Los países desarrollados dependerán más de aumentar sus exportaciones que de la solidez de los mercados internos…entonces las naciones en desarrollo- como México- que en parte han basado su crecimiento en vender mercancías al norte-industrializado-deberían ahora comprarles productos y a la vez, consolidar sus mercados internos”
En esa reunión, “creció la presión para que países en desarrollo, como China, uno de los mayores exportadores del mundo- revalúen sus monedas frente al dólar y el euro” El cinismo y la avaricia de los poderosos países desarrollados linda con la locura.
Lo que proponen a los países, como China y algún zalamero país como México, es que encarezcan sus monedas ante el dólar y el euro.
En otras palabras, especialmente a China: la competitividad de esos países que ha hecho polvo la rentabilidad y productividad de países como EUA, Inglaterra, Francia, etc., deben sacrificarla de golpe, simplemente reevaluando el remimbi o Brasil el cruzeiro, etc.,
Ahí está la gigantesca trampa abierta: ¡pásenle incautos y sumisos representantes de países- como México- reevalúen, encarezcan sus monedas!
La proposición indecorosa, es similar a la que se haría a un atleta nigeriano invencible en las pistas deportivas que, para “emparejar”, dicen los “fondomonetaristas” “balancear”, la competencia con los restantes atletas, ¡se corte una pierna! O a un boxeador triunfante siempre, que para “emparejar la competencia”, ¡se corte un brazo!
Por otro lado, cabe preguntar ¿cómo perdieron su competitividad los EUA, Inglaterra, Francia, etc? Entre otras causas, porque han ampliado sus áreas de dominio en países subdesarrollados, mediante guerras como la de Irak o Afganistán y de casi mil bases militares con la intención manifiesta de apoderarse de sus recursos naturales ¡como lo han hecho en México! Gastan excesivamente.
En Irak, el descubrimiento de gigantescos mantos petrolíferos, litio y otros recursos, garantizan que los yanquis con o sin el “democrático” Obama, ¡no saldrán nunca de ese país!
Paralelamente, los estadounidenses, han regado por el mundo dólares “balines” que no tienen más respaldo que el poderío militar y el menguante poderío industrial de su país.
El resto del mundo acepta esas cataratas de billetes verdes porque no les queda de otra. Ojo: Sadam Hussein que pasó de ser un “querido amigo” de EUA a “bestia negra”, intentó deshacerse de dólares lo que hubiera avizorado un probable “efecto dominó” destructivo para EUA, al ampliar el repudio del dólar por otros países.
También los países industrializados han perdido competitividad, al abandonar las profesiones productivas, las ingenieriles y electrónicas con tecnologías de punta y fomentaron entre sus jóvenes las cómodas profesiones administrativas, de servicios, etc.
Ante el efecto combinado de esa pérdida de competitividad, los poderosos que controlan el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, lo pretenden enjugar de golpe, mediante la reevalución de las monedas de países que los han superado en productividad.
Esto impone una pregunta crucial para los mexicanos. Argumentando que nuestra reserva de dólares “balines” supera los 100 mil millones, ¿propondrá Calderón, reevaluar el peso? Presumir de un “superpeso”, de una moneda ¡más sólida que el dólar!, significaría reducir, al encarecer, las exportaciones mexicanas-la mayor parte de transnacionales yanquis, abaratar las importaciones y ampliar el déficit comercial.
La opción, la no reevalución del peso, se entendería porque los exportadores mayores son norteamericanos y vía la subfacturación- es decir la reducción contable del precio de las exportaciones- permitiría el mismo resultado: apoyar a EUA, con productividad en declive, con el que el panismo-yunqueto está encadenado a muerte.
Esta opción significaría: ¡de todos modos Juan te llamas!
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