Es bien sabido que tanto en los mundiales como en los Juegos Olímpicos crean un personaje como distintivo del evento. Por lo tanto, usuarios de internet crearon a Obragol, un muñeco que se parece al expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Todo apunta a que el usuario de X (antes Twitter) @TripaTaquito fue el primero en compartir la imagen.
El 15 de abril publicó una supuesta fotografía de la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, en la que —en tono claramente sarcástico— decía que se había presentado oficialmente a Obragol como el personaje del Mundial.
El mensaje decía:
“La presidenta Claudia Sheinbaum se adelanta a la FIFA y presenta la mascota mexicana del Mundial 2026, Obragol: un personaje que representa la esencia del pueblo y la transformación que también se juega en la cancha.”
Aunque era evidente que se trataba de una broma, la publicación se volvió viral. En los comentarios muchos celebraron la idea y expresaron su entusiasmo por ver algo así hecho realidad.
Uno de los mensajes más repetidos fue que estaría “muy chingón” que la FIFA lo considerara de verdad.
Un día después, José Ramón López Beltrán, hijo del expresidente, se sumó al tren del mame y compartió la imagen de Obragol, añadiendo su propio toque. Es decir, propuso una versión beisbolera llamada ObraHit, en honor al gusto de su padre por el beisbol.
Su tuit no pasó desapercibido y acumuló más de 900 Me gusta, 369 retuits y 140 comentarios en apenas unos minutos. Muchos usuarios destacaron que, con humor o sin él, el cariño que gran parte de la población le tiene a AMLO sigue más que vigente.
Aunque la propuesta de Obragol arrancó carcajadas y se volvió viral en cuestión de horas, no todos recibieron la broma con el mismo entusiasmo.
En internet, donde las opiniones se multiplican al instante, los opositores al expresidente López Obrador no tardaron en hacer sentir su presencia.
Algunos calificaron la idea como “de muy mal gusto”, mientras que otros expresaron su preocupación de que una ocurrencia como esta pudiera, en algún momento, volverse realidad.
También hubo quienes no captaron el tono irónico de la publicación original y difundieron la imagen como si fuera un anuncio oficial, lo que generó una mezcla de indignación, burlas y más confusión.
A partir de ahí, las reacciones se dividieron: unos seguían riéndose del ingenio popular, y otros, molestos, señalaban que no se debe jugar con ese tipo de símbolos.