“El sistema financiero nacional se ha mantenido estable gracias a la robustez de sus instituciones con una banca múltiple que presenta niveles de capital y liquidez que superan los mínimos regulatorios y una expansión, tanto de sus activos como de su rentabilidad”, afirmó en su reporte publicado en diciembre.
El banco central mexicano estimó que, aunque los riesgos para la estabilidad financiera se consideran como acotados, los choques inesperados o severos podrían afectar su funcionamiento.
“Es necesario prestar la debida atención y dar seguimiento a los riesgos que pudieran enfrentarse en un entorno global complejo e incierto como el actual”, señaló Banxico en el marco del triunfo electoral de Donald Trump en Estados Unidos.
Respecto al vecino país del norte, el banco central mexicano consideró que la inflación disminuyó gracias a caídas en los precios de los servicios y energéticos. Mientras que algunas economías emergentes vieron un aumento en la inflación en el segundo trimestre, agregó.
Destacó que la Reserva Federal (Fed) mantuvo su tasa de interés estable durante junio y julio, aunque realizó recortes en septiembre y noviembre, “lo que refleja su disposición a ajustar la política monetaria según las condiciones económicas”.
“El peso mexicano experimentó una elevada volatilidad y se depreció de manera relevante, principalmente debido a algunos factores globales, así como a la evolución del panorama de riesgos idiosincráticos. A pesar de esto, los mercados financieros en México se comportaron de manera relativamente ordenada”, subrayó el banco central.
El Banco de México estimó que el entorno económico sigue siendo complejo y con “diversos factores de riesgo”. Agregó que, pese al crecimiento del PIB mexicano observado en el tercer trimestre, se podría presentar un panorama complicado en el que se podrían enfrentar dificultades.