
Carlos Salinas de Gortari reconoció públicamente que en las elecciones presidenciales de 1994 el aparato del Estado fue movilizado para apoyar a Ernesto Zedillo, su sucesor.
El exmandatario admitió que ordenó que programas sociales, como el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol), fueran usados en campaña. Zedillo incluso se apropió de estos apoyos en sus discursos y recorridos.
La confesión forma parte de la serie documental PRI: crónica del fin, dirigida por Denise Maerker, donde también participan figuras como Manlio Fabio Beltrones y Elba Esther Gordillo.
El contexto electoral estuvo marcado por el asesinato de Luis Donaldo Colosio y la posterior candidatura de Zedillo, quien carecía del arrastre popular de su antecesor.
Salinas admitió que el PAN, con Diego Fernández de Cevallos, llegó a estar arriba en las preferencias. “Si la elección hubiera sido unos días después, había grandes posibilidades de perder la presidencia”, dijo.
Finalmente, Zedillo ganó con más de 17 millones de votos, superando a Fernández de Cevallos y Cuauhtémoc Cárdenas. La revelación revive el debate sobre la legalidad de aquel proceso electoral y sus efectos en la confianza ciudadana en las instituciones.