Durante la Cumbre del G7 en Kananaskis, Canadá, la presidenta Claudia Sheinbaum y el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvieron una llamada telefónica tras la decisión de Trump de abandonar anticipadamente el evento debido al conflicto en Medio Oriente. En sus redes, Sheinbaum anunció que ambos coincidieron en “trabajar juntos para llegar pronto a un acuerdo en diversos temas de interés mutuo”.
Originalmente se había previsto su primer encuentro bilateral en persona, con una agenda centrada en remesas, migración, comercio y seguridad. Sin embargo, dicha reunión fue cancelada luego de que Trump partiera prematuramente, lo que también ocasionó la suspensión de otros encuentros programados.
Durante la llamada, Sheinbaum subrayó que la comunicación con su contraparte estadounidense sigue abierta y fluida. Su comitiva en Canadá incluía a destacados funcionarios como el canciller Joan Ramón de la Fuente, los secretarios de Economía, Hacienda y Seguridad, además del jefe de la Unidad para América del Norte y el embajador de México en Estados Unidos.
Tras la llamada con Trump, la presidenta continuó participando en las actividades privadas del G7 y adelantó reuniones bilaterales con líderes de Alemania, Canadá, Brasil, India y la Unión Europea —agenda que resalta su nuevo liderazgo diplomático internacional.
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